Aunque Quintana Roo era uno de los estados prioritarios para el programa federal “Fertilizantes para el Bienestar”, ningún productor agrícola del estado fue beneficiario de este apoyo durante 2019.

De acuerdo con datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval), el programa del presidente Andrés Manuel López Obrador se concentró principalmente en el estado de Guerrero, dejando a las demás entidades con poco o nada de beneficios.

“El programa contempló atender localidades de alto y muy alto grado de marginación, dando prioridad a la Región Sur-Sureste, la cual comprende los estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Quintana Roo, Oaxaca, Tabasco, Yucatán y Veracruz. Sin embargo, en ese año el programa concentró todas sus acciones en el estado de Guerrero”, explicó el organismo.

Al revisar el padrón de beneficiarios 2019, Novedades constató que ningún productor de la entidad se encuentra entre los favorecidos por dicha política.

El programa está destinado a pequeños y medianos agricultores dedicados a la producción de maíz, frijol o arroz, que vivan en comunidades de alta marginación social. En 2019, el programa tuvo un presupuesto de 1,500 millones de pesos a nivel nacional, mientras que para este año únicamente 1,310 millones de pesos.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Quintana Roo el 5.1 por ciento de la población ocupada trabaja en el campo, es decir, alrededor de 17 mil trabajadores, aunque hay amplias posibilidades de que la cifra sea potencialmente mayor, pues es un sector que trabaja mayormente en la informalidad.

El programa federal otorga apoyos equivalentes a cuatro bultos de Sulfato de Amonio; dos bultos de Fosfato Diamónico; dos dosis de Biofertilizante y un bulto de semilla mejorada.

El programa Fertilizantes (PF), que empezó a operar en el año 2019, es uno de los programas prioritarios del Gobierno de México, y forma parte de la estructura programática de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

De acuerdo con el diagnóstico del programa, el problema central que busca resolver es la baja disponibilidad de fertilizantes nitrogenados y fosfatados a precios competitivos para los productores, lo cual ha contribuido a la baja productividad en el campo mexicano, ingresos precarios de los pequeños productores y una alta dependencia de los fertilizantes importados, indicó el Coneval.

En Quintana Roo anualmente se siembran alrededor de 129 mil 255 hectáreas de tierra, de las cuales más de la mitad se concentra en Othón P. Blanco, con 56 mil 007 hectáreas; Felipe Carrillo Puerto, con 25 mil 162 hectáreas; José María Morelos, 23 mil 274; Bacalar, con 20 mil 796; y Lázaro Cárdenas, con cuatro mil 016 hectáreas.

De ese total, el 93.6 por ciento de las milpas son de temporal, mientras que el 6.4 por ciento corresponde a siembras tecnificadas con riego.