En la última elección municipal, realizada en 2018, solo 6 de cada 10 ciudadanos hizo efectivo su poder de decisión, en Quintana Roo. Para este 2021, en medio de la pandemia, el panorama no es muy alentador porque la participación ciudadana estará condicionada a la evolución del Covid-19.

“El principal riesgo es cómo andemos en cuanto a la pandemia, porque las actividades se han ido reduciendo y dependen del semáforo epidemiológico de cada entidad”, platica Claudia Rodríguez Sánchez, vocal Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral (INE) en el estado.

Según los datos oficiales, durante los comicios 2018, en los que ganaron las actuales autoridades municipales, la lista nominal era de un millón 208 mil 666 personas. En ese entonces solo el 59.2%, es decir, 715 mil 777 personas ejercieron su derecho.

En el municipio de Solidaridad, 96 mil 068 personas, mayores de 18 años, prefirieron quedarse en sus casas o atender otras actividades, durante la mañana y tarde de aquel 1 de julio de 2018, y dejaron que solo la mitad de los electores decidiera el resultado.

Benito Juárez no se quedó atrás y fue el segundo municipio con la menor participación de votantes. Solo 327 mil 813 de 580 mil 853 personas consideraron importante decidir quién los gobierna.

En contraste, en el municipio de José María Morelos 8 de cada 10 habitantes, con derecho a voto, se presentaron a las urnas a tachar el nombre de su candidata o candidato para la silla presidencial. Fueron 21 mil 163 votantes de una lista nominal de 25 mil 556 personas inscritas, el porcentaje más alto en todo el estado.

Rodríguez Sánchez advierte que, si bien, cada elección es distinta, porque presenta sus particularidades, en este caso, los comicios programados para el 6 de junio se dan en el marco de la pandemia, la cual puede incidir en la participación de los ciudadanos.

Sin embargo, afirma que el INE ha implementado protocolos sanitarios para mitigar el riesgo de contagio del virus SARS-CoV-2 en cualquier actividad, incluso durante la jornada comicial.

“Van a desinfectar los lugares donde se instalarán las casillas, antes y al concluir la jornada electoral; también se dotará de caretas y gel antibacterial a todas las casillas y se están verificando los lugares para que cuenten con el espacio suficiente para que puedan acudir los ciudadanos con sana distancia”.

Las elecciones locales de Hidalgo y Coahuila, en octubre de 2020, sirvió de escenario para poner a prueba las acciones preventivas. El resultado fue una participación estándar –ambas no superaron el 50 por ciento–, pero no incidieron en un retroceso en los semáforos epidemiológicos locales.

“Cada proceso electoral es un reto, cada uno tiene matices distintos, pero hoy por hoy el reto es mayor porque el tema de la pandemia en realidad vino a cambiar la perspectiva de cómo se llevan a cabo todas las actividades que hacemos en la vida cotidiana y ello está impactando en la organización de los procesos electorales”, comenta por su parte Mayra Sanromán Carrillo Medina, presidenta del Instituto Electoral de Quintana Roo.

Pese al panorama actual confía en que se pueda rebasar la barrera del 50 por ciento en la participación de los habitantes de los 11 municipios.

(Con información de E. Huerta / E. Mena)

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