Cancún: Sibilas, las mujeres que aparecen en la bóveda de la Capilla Sixtina
En esta ocasión hablaremos sobre las Sibilas, la influencia femenina que aparece en la bóveda de la réplica de la Capilla Sixtina todavía presente en Cancún.
CANCÚN, Q. Roo.- Con una extensión de 3 mil metros cuadrados de tela impresa montada en una estructura de igual tamaño y dimensión que la obra original y con más de 2 millones 700 mil fotografías, la réplica de la Capilla Sixtina aún aguarda la visita de locales y turistas antes de irse de Cancún el próximo 3 de enero, tras aguantar los estragos de diversos fenómenos ciclónicos, así como las restricciones sanitarias debido a la pandemia por coronavirus.
Cada visita resulta emocionante, pues siempre hay algún dato, imagen, historia o relato por descubrir. En esta ocasión hablaremos sobre las Sibilas, las mujeres que aparecen en la bóveda de la Capilla Sixtina, figurando en igual importancia estética y espiritual junto a los profetas, todos ellos evocados por el pincel del famoso Miguel Ángel Buonarroti.
“Sentados en tronos monumentales se alternan doce figuras de Videntes, las Sibilas paganas y los Profetas judíos. En comparación con los otros personajes, son las más grandes de todo el conjunto y sirven para introducir un orden en la lectura de los frescos. Así, estas figuras de Videntes inician la narración, como si las imágenes hubiesen nacido de su meditación y sabiduría. Las etapas de la Creación y la historia del pueblo de Israel se convierten en presagios de acontecimientos futuros, como una continuación del diálogo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento en el que se basa todo el ciclo decorativo de la Capilla Sixtina”, refiere el portal cultural Aparences.
¿Qué es una sibila?
La palabra sibila es la contracción y composición de dos palabras griegas, una es sios, que significa dios, y la otra es belle que significa mente, al traducirlo se entiende como mente divina y se interpreta como “iluminado por Dios”, indica (Costa, 1846), citado por la Revista Alternativas en Psicología.
María de los Ángeles Herrera Romero refiere en la publicación de la revista anteriormente mencionada que la tradición de las sibilas fue transmitida a los griegos y de ellos a los romanos, localizándose en lugares concretos. Posteriormente los doctores escolásticos las consideraban profetizas y refirieron que eran mujeres llenas del “espíritu de Dios”, que negaron los dioses de los gentiles y confesaron la existencia de un solo dios, así como que guardaron perpetua virginidad y predijeron las cosas que estaban por venir.
“San Agustín las menciona resaltando su “espíritu profético”; San Gerónimo refería que este espíritu profético era un premio a su virginidad; Santo Tomas de Aquino mencionaba que ellas predijeron muchos de los hechos de Jesucristo”, (Costa, 1846).
Inmortalizadas por Miguel Ángel
La historia menciona que se consideraba que las sibilas eran mujeres que anunciaban “verdades” sobre los misterios e historias del salvador, la venida del supremo juez y los últimos sucesos de los tiempos como el apocalipsis, por lo que se les llegó a considerar como las mujeres que conocían la ciencia de Dios. Se cree que estas profecías hicieron que Miguel Ángel las tomara en cuenta para plasmarlas en la Capilla Sixtina junto con las escenas bíblicas.
Es así que el pintor renacentista plasmó en la capilla Sixtina a las sibilas Cumana, Délfica, Babilónica o Pérsica, Eritrea y Líbica. Herrera Romero, maestra de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM las describe brevemente.
Cumana
También fue conocida como Deífoba, palabra que significa deidad o forma de dios. Era natural de Eritras, ciudad de Jonia (en la costa oeste de Turquía). Hija de humano y ninfa. Nació con el don de la profecía y hacía sus predicciones en verso, considerándose que ya profetizaba en el periodo de los reyes romanos en el año 500 A.C., incluso es citada en la "Divina Comedia" de Dante Alighieri.
Délfica
También llamada Herophila, se representa sentada en una piedra con una lira. Se conocen predicciones de ella desde el año 600 A.C., se le asocia con los célebres Oráculos de Delfos. Profetizó el nacimiento de un niño de una virgen y todos los padecimientos que sufrirían, prediciendo, cuando ella tenía 20 años, la coronación de espinas, hablando así de la pasión y crucifixión de Cristo.
Babilónica o Pérsica
También conocida como Sambeta, Sabea o Saba. Escribió 24 libros de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Ella acompañó a Alejandro Magno en sus conquistas por Asia, desde el año 334 a.C.
Eritrea
También conocida como Erqiea, Erifila, Herifile, Herófila y Riquea. Se dijo que ella popularizó los acrósticos mediante versos escritos en hojas vegetales y profetizó la destrucción de Troya.
“Es considerada como la profetiza de la Anunciación, los azotes a Jesús y del juicio final, normalmente es representada a la edad de 15 o 20 años. La pintan con un cordero, por ser esta la insignia de Cristo”, puntualizó Herrera Romero.
Líbica
Líbica es la sibila sin nombre, y se dice que a la edad de 24 años predijo la resurrección de Jesús, siendo representado el hecho con un sepulcro vacío o un libro cerrado. Presidía el oráculo de Zeus Amón (Zeus representado con los cuernos de Amón) en el oasis de Siwa en el desierto de Libia.
(Con información de Aparences, Alternativas en Psicología y La Capilla Sixtina.es)