El Paseo Dominical, que tuvo su segunda edición este fin de semana en Cancún, genera opiniones divididas, aunque ambas positivas.

Esto porque, aunque busca fomentar la actividad física y la convivencia familiar, el cierre de calles y avenidas causa molestia entre conductores y trabajadores del sector turístico.

Durante el evento, que se realizó de 7 a 12 horas, la gobernadora Mara Lezama y la presidenta municipal Ana Paty Peralta participaron en el recorrido en bicicleta.

Uno de los principales puntos de conflicto fue el cruce de la avenida Bonampak con Chichén Itzá, donde el cierre de calles tomó por sorpresa a muchos automovilistas.

Turistas y trabajadores del sector hotelero que dependen de esta vía para llegar al aeropuerto o la Zona Hotelera, tuvieron que buscar rutas alternas, aumentando su tiempo de traslado hasta en 30 minutos.

También hubo quejas de los vecinos de Puerto Cancún, quienes encontraron bloqueados los accesos a sus residencias. Además, transportistas que trasladan personal turístico desde la avenida Portillo hacia la Zona Hotelera enfrentaron retrasos.

Ante esta situación, ciudadanos y conductores han propuesto que el paseo se realice los sábados por la noche y en un tramo más reducido, específicamente entre la avenida Uxmal y la fuente de “El Ceviche”; y frente al Palacio Municipal.

La idea permitiría mantener el evento sin afectar la movilidad de quienes trabajan los domingos o se trasladan a las playas y al aeropuerto.