Cárceles de Quintana Roo, reprobadas en derechos humanos

La entidad ocupa la quinta posición a nivel nacional respecto a las deficiencias en las garantías del reclusos; imperan en las unidades penitenciarias la sobrepoblación, el hacinamiento y la falta de servicios médicos.

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El Cereso de Chetumal es uno de los más antiguos del estado, el cual data desde los años 70. (Archivo/SIPSE)
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Juan Palma/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (Dnsp) 2011, desarrollado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (Cndh), coloca a Quintana Roo como la quinta entidad del país con mayores deficiencias en este tema, al obtener una calificación de 5.44, incurriendo principalmente en sobrepoblación, hacinamiento, falta de servicios médicos, además de insuficiencias en la remisión de quejas de violación a las garantías individuales de los internos. 
 
El estado “mejoró” en esta ocasión prácticamente un punto porcentual en comparación a la anterior evaluación realizada en el 2010 al obtener un resultado de 4.45. El Dnsp es un instrumento de evaluación que permite analizar la situación que impera en el sistema penitenciario nacional, relacionado con las condiciones de estancia e internamiento de las personas en reclusión, con perspectiva del respeto a los derechos humanos, el cual se ha convertido en un indicador importante que refleja la situación que  prevalece en tales lugares.
 
Al respecto, el secretario estatal de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo, manifestó que los seis penales de Quintana Roo tienen una capacidad para albergar a tres mil 118 internos y reconoció que cinco de ellos registran sobrepoblación.
 
La cárcel pública de Cancún registra una sobrepoblación del 85 por ciento. Estas instalaciones actualmente alberga a mil 308 internos, cuando su capacidad es para resguardar a 750 presos.
 
En tanto, el Centro de Readaptación Social de Chetumal (Cereso) resguarda a mil 180 internos, es decir, se encuentra aproximadamente a un 95 por ciento de su capacidad, al tener cabida para mil 400 presidiarios.
 
El penal de Playa del Carmen registra una población penitenciaria 392 reos y para llegar al límite de su capacidad deben ingresar por lo menos 70 internos.
 
En el caso de la cárcel de la isla de Cozumel, está sobrepoblado con ocho internos de más. El de Isla Mujeres tiene una sobrepoblación de tres presos, pues tiene una capacidad para resguardar a 15 internos. En tanto las instalaciones carcelarias de Felipe Carrillo Puerto están aún sin llegar al límite de su capacidad.   
 
La sobrepoblación de los penales en Quintana Roo representa un riesgo para los internos, sobre todo, de aquellos resguardados en la cárcel pública de Cancún y es considerada como una “bomba de tiempo”.
 
Otra de las irregularidades que prevalece al interior de la Cárcel de Cancún, es el autogobierno; sin embargo, Villa Castilla, negó que exista esta situación, al separados a los integrantes de los diferentes grupos delincuenciales como los zetas, sureños, pelones, chumiles, entre otros, del resto de la población penitenciaria.
 
Para contrarrestar esta problemática de la sobrepoblación en los penales de Quintana Roo, en la presente administración estatal, la SESP ha “purgado”  de las cárceles aproximadamente 250 reos del orden federal  y enviados a otros penales de máxima seguridad del país. De esta cifra 58 estaban ingresadas en el Cereso de Chetumal.
 
De hecho, para el presente año, se realizarán las gestiones necesarias ante la Secretaría de Seguridad Pública para continuar con el proceso de depuración de penales de Quintana Roo y se estima durante el 2013 puedan ser reinstalados en otras cárceles del país por lo menos 250 reos del fuero federal. 
 
Cada interno le cuesta al estado un promedio de 45 pesos por día, es decir, por los tres mil 308 internos resguardados en los penales de Quintana Roo, eroga 148 mil 860 pesos por día.
 
En tanto, según el secretario general de gobierno, Luis González Flores, expresó que desde hace varios meses, se realizan las gestiones necesarias ante la federación para obtener los recursos con el cual financiar la construcción de un nuevo penal en Quintana Roo.
 
Esta nuevo edificio que se pretende sea una de las más modernas existentes en el país, podrían estar localizadas en el municipio de Othón P. Blanco, incluso  en Felipe Carrillo Puerto o en su caso en la localidad de Leona Vicario en Benito Juárez. Con estas instalaciones, Quintana Roo podría desahogar los actuales penales de la sobrepoblación que los aqueja.
 
Las cárceles del estado ya tienen varios años de estar en operación, de hecho el Cereso de Chetumal es uno de los más antiguos del estado, el cual data desde los años 70.
 
González Flores admitió que si bien las cárceles quintanarroenses, incluido el Cereso, son consideradas de mediana seguridad, de manera permanente se aplica una serie de protocolos para inhibir la concurrencia de incidentes, tanto al interior como al exterior.
 
En la actualidad reiteró, impera un clima de orden en los centros de internamiento, como resultado de los diferentes programas de reinserción social y obras de ampliación y mantenimiento que se realizan de manera permanente.
 
En el mes de marzo del 2012, el gobernador del estado, Roberto Borge Angulo, manifestó que solicitaría acceder a la bolsa de recursos del gobierno federal para construir una nueva prisión en el estado, a fin de abatir el hacinamiento en las cárceles quintanarroenses.
 
Además de contar con el proyecto para un Centro de Reinserción Social Estatal con capacidad para mil 250 internos, que se ubicaría en el municipio de Othón P. Blanco, para el que se requieren 800 millones de pesos.

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