Uno de los abusos del ex gobernador Roberto Borge pegó de lleno en el bolsillo de los trabajadores de la educación, ya que su Secretaría de Educación y Cultura (SEyC) hizo las retenciones de nómina y todo lo captado fue utilizado para un fin indebido. La tremenda afectación a este gremio –a la que se sumó el recorte a sus compensaciones salariales– aportó conservadoramente un 80 por ciento de respaldo a Carlos Joaquín González como candidato retador a la gubernatura, aunque el PRI haya contado con el desleal membrete de Nueva Alianza.

Muchos trabajadores del ramo educativo fueron lanzados al temible Buró de Crédito por decisiones infames con más de un culpable. Lo desviado supera los 196 millones de pesos. Por ello se justifica su júbilo ante el anuncio gubernamental de que irán cubriendo el adeudo con abonos nada insignificantes que causan enorme esfuerzo a las finanzas, pero que con un acierto político.

Rastrear el destino de los 196 millones debe ser una labor muy compleja que no debe cesar, pero era injusto abandonar a los trabajadores a su suerte porque la presión es insoportable en ese terreno. Meterse con el bolsillo del trabajador es un acto suicida, como lo comprobó Roberto Borge con su despiadada reingeniería que condenó a muerte a su partido.

Al comenzar a saldar esta deuda descomunal, Carlos Joaquín fortalecerá su nivel de aceptación en un gremio que desafió abiertamente a su antecesor Roberto Borge, saliendo a las calles y manteniendo un mega plantón ante Palacio de Gobierno, hasta impedir que acudiera a entregar su segundo informe en el Congreso local –el nueve de septiembre de 2013–, incómoda tarea encomendada a su Secretario de Gobierno, Gabriel Mendicuti Loría.

De cara a su primer informe, Carlos Joaquín disfrutará una luna de miel caribeña con los trabajadores de la educación, sin que este respaldo contundente sea garantía de respaldo a los futuros candidatos oficiales a alcaldías y posiciones federales (senadurías y diputaciones federales).

Otro efecto a observar: la utilidad de un partido Nueva Alianza que le fue infiel al PRI cuando disputó el control del Congreso local, pero que nada bueno puede aportar como membrete a una tentativa coalición entre panistas y perredistas.