Casos de diabetes en Quintana Roo aumentan hasta un 36%
La primera semana de agosto se registraron mil 76 casos de esta enfermedad en hombres y mujeres.
El sobrepeso, inactividad física, enfermedades hormonales, entre otros, ha ocasionado que en Quintana Roo se disparen los casos de diabetes hasta un 36% en estos ocho meses que van del presente año, más que en los otros estados de la Península.
Así dio dio a conocer la Secretaría de Salud federal en su reporte semanal, en el que precisa que del 1 de enero a la primera semana de agosto se dieron mil 76 casos más de hombres y mujeres con diabetes mellitus no insulinodependiente, toda vez que el número de atenciones paso de dos mil 970 a los cuatro mil 046.
Se trata exactamente de dos mil 298 mujeres y mil 748 hombres que recibieron atención médica y fueron diagnosticados con este tipo de enfermedad no transmisible.
Algunas de las otras causas son los genes y antecedentes familiares de diabetes; resistencia a la insulina; mutaciones genéticas; lesiones o extracción del páncreas.
“La diabetes mellitus es un padecimiento que está asociado a estilos de vida poco saludables, vida sedentaria y alimentación rica en azúcares y grasas, y a la predisposición por factores genéticos, como padres o hermanos con el padecimiento”, de acuerdo con la información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Los trabajadores de la salud recomiendan que para controlar o prevenir la diabetes se debe seguir una alimentación correcta basada en el Plato del Bien Comer; evitar el consumo de refrescos, jugos embotellados y comidas rápidas; cuidar el tamaño y cantidad de los alimentos que se consumen. Con estas medidas es posible retrasar o prevenir la diabetes.
“Está demostrado que comer gran cantidad de azúcar en alimentos y bebidas tiene efectos nocivos para la salud, entre los principales están: sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, colitis, envejecimiento prematuro y predisposición a algunos tipos de cáncer”, puntualiza el IMSS.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcares debe ser menor del 10% de la ingesta calórica total diaria.