Oskar Mijangos/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Datos de la dirección de Solución Integral de Residuos Sólidos (Siresol) señalan que se han detectado 158 chatarrerías irregulares en toda la ciudad. Estos negocios logran percibir grandes ingresos al no pagar los permisos necesarios para operar legalmente.

Incluso a veces son utilizados por los mismos trabajadores de la recoja de basura, les venden la chatarra que encuentran en su recorrido, situación que es regulada constantemente por Siresol.

La Dirección de Ecología advierte del peligro climático que representa un negocio de este rubro operado ilegalmente, y reconoce la gran labor de los que trabajan con todas las de la ley y ayudan en gran medida al medio ambiente.

Una chatarrería que no trabaja con las regulaciones necesarias se convierte en una incubadora de enfermedades, la retención de líquidos en llantas y cacharros propicia la aparición del dengue y de la fauna nociva como ratas y cucarachas.

Los aparatos eléctricos por medio de la oxidación liberan lixiviados que contaminan el manto freático y dependiendo del manejo del lugar, puede retener gas metano que podría derivar en una explosión.