Los quintanarroenses nadan prácticamente entre deudas para poder cubrir gastos familiares, que en promedio alcanzan los 20 mil 363 pesos, cuando sus ingresos apenas llegan a los 10 mil 439 pesos.

El último reporte de “Información Laboral por Entidad Federativa”, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, revela que hasta marzo de 2021, los 377 mil 825 empleados de Quintana Roo asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social, ganan en promedio 343.5 pesos diarios, o lo que es lo mismo: 10 mil 305 pesos al mes.

En el 2015, el salario promedio diario era de 335.27 pesos; es decir, 10 mil 058.1 pesos mensuales. La variación diaria fue de únicamente 8.23 pesos, mientras que al mes fue de 246.9 pesos.

En contraste, una persona gastaba aproximadamente hace poco más de cinco años 16 mil 729 pesos. La mayoría de ese dinero iba en un 25% a comida; el 20% a renta; el 16% a educación; 11% a transporte y el 23% a pagar deudas. El restante 5% era usado para entretenimiento.

Hoy, los gastos puede llegar hasta los 20 mil 363 pesos, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), decir, tres mil 634 pesos adicionales, que representan casi 15 veces el aumento del salario mensual.

“Por esta razón la mayoría de las personas siempre se encuentran en dificultades económicas: gastan el doble de sus ingresos. ¿Cómo logran hacer esto? Por medio del endeudamiento”, dice Julio Salas Cortés, profesor de economía en la Universidad Modelo.

El experto cita que los datos económicos revelan que el 92% de los trabajadores de la entidad, se encuentran pagando al menos un crédito. Y en promedio, esta deuda rebasa en seis veces sus ingresos, lo que también explica que exista tanta morosidad (casi un 24%) en el Estado.

“Lo ideal es que tus deudas a corto plazo no rebasen el 30% de tus ingresos, mientras que los compromisos de financiamientos a largo plazo, como compra de vehículos o viviendas, puedan ser pagados en al menos seis meses con tus ahorros. Pero lamentablemente en Quintana Roo existe la cultura del endéudate ahora, preocúpate después”, señala.

Para el investigador es debido a esta condición especial de la economía de las familias que cuando muchos perdieron su empleo por la pandemia, no pudieron pagar sus créditos en el primer mes sin sueldo, porque prácticamente aquí todos viven al día.

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