Chetumal: Comunidades de zona rural padecen problemas de agua potable

Los habitantes llevan dos años exigiendo mantenimiento de bombas sumergibles.

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Comunidades de la ribera del río Hondo, con problemas de agua potable. (Carlos Castillo/SIPSE)
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La zona rural de Othón P. Blanco tiene comunidades que continúa padeciendo problemas de agua potable, entre las que destacan localidades grandes como Álvaro Obregón, Carlos A. Madrazo y Sergio Butrón Casas, que llevan dos años exigiendo mantenimiento y remodelación de bombas sumergibles.

El presidente de la Unión Campesina Democrática (UCD), Federico Hernández Amador, denunció que las bombas constantemente se averían y son los mismos pobladores los que las reparan con recursos propios.

Por su parte, Pablo Chablé Sánchez, delegado de la comunidad de Carlos A. Madrazo, dijo que a pesar de que cada mes la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), manda los recibos por el servicio de agua potable, la mayor parte del año se la pasan “batallando” para tener el vital líquido en los hogares, acarreando agua de pozos particulares en ranchos lejanos al pueblo.

“Reparamos la bomba y se echó a perder de nuevo, requerimos equipo nuevo, la instalación que tenemos es para 800 personas, y tiene más de 20 años; ahora la comunidad tiene casi tres mil habitantes y en muchas zonas no tienen agua la mayor parte del día”, comentó.

Aseguró que desde hace meses el servicio de agua potable es un problema, pues el agua llega un día a la semana y por casi un mes deja de caer.

“Pero eso sí, nos llega el cobro mensual sin falta”, lamentó.

La misma situación afecta a otras comunidades de la zona como Sergio Butrón Casas, donde a través de donaciones y colectas, los habitantes tuvieron que pagar para sacar la bomba, darle mantenimiento a la tubería y reparar la bomba que constantemente se descompone, según denunció Cristina García Torres, responsable de la bomba en la comunidad.

Dijo que como la bomba opera en mal estado, los costos de energía eléctrica que pagan aumentan considerablemente, y debido a que hay habitantes que no pagan su recibo de agua, la paraestatal se justifica en que no hay recursos, por lo que tuvieron que esperar para conseguirla.

Detalló que sacar la bomba del pozo les cuesta alrededor de 20 mil pesos, por la maquinaria que se necesita para hacerlo, por lo que muchas veces tardan semanas sin agua al no haber recursos para extraer la bomba y mucho menos para repararla.

Cabe mencionar que, a diferencia de la ciudad, donde plantas de tratamiento distribuyen el agua por todas las colonias, en la zona rural cada comunidad tiene un pozo y una bomba que se enciende manualmente por un encargado, quien también cobra los recibos cada mes, pero las reparaciones se realizan por cuenta propia. A veces la CAPA ayuda con mano de obra, pero las piezas corren a cargo del pueblo.

Tan solo en la zona rural de Othón P. Blanco, entre los 16 ejidos, hay alrededor de 20 pozos y bombas que suministran este vital líquido a más de 30 mil habitantes, sin ayuda de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA).

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