Chetumal: Con huipil y descalzas, las Diablillas invaden el campo de sóftbol

Las mujeres recibieron uniformes, bates, guantes y pelotas para practicar el deporte.

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(Miguel Maldonado/SIPSE)
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En una extraña, pero sinigual combinación de sus raíces mayas con el deporte, las Diablillas de la comunidad de Hondzonot, en Tulum, rompen completamente con cualquier estereotipo o estilo, ya que se distinguen por jugar con huipil y descalzas.

Las vestimentas tradicionales de la zona maya invaden los diamantes del sóftbol quintanarroense, con esta singular novena que sorprende, además, con su gran energía y alegría al practicar el deporte de la bola suave.

Todo empezó en el 2019, cuando Rifka Queruel, directora de Deportes en el municipio de Tulum, realizó una gira de trabajo por las comunidades rurales, llegando a Hondzonot, donde encontró a un grupo de mujeres que le hicieron la solicitud de ayudarlas para practicar el deporte.

El motivo era simple: para seguir siendo beneficiarias de un programa de apoyo federal necesitaban realizar alguna actividad deportiva y ellas se inclinaban por el béisbol.

“Lo practicaban con palos de escoba y pelotas de tenis y cuando fuimos a visitar su comunidad nos solicitaron equipamiento deportivo y les dimos uniformes, bates, guantes y pelotas de sóftbol, que es un deporte más practicado entre mujeres”, relata Rifka Queruel.

Son cerca de 20 mujeres de todas las edades, a partir de los 15 y hasta los 50 años de edad, quienes dejaron a un lado los uniformes que recibieron, pues ya están acostumbradas a usar sus huipiles, además de que se sienten más cómodas al correr descalzas, y así practican el deporte que han adoptado.

Al tiempo de dotarles de equipo, también se asignó a Bernardino Borges como su entrenador, quien a partir de ese momento acude tres días a la semana para mostrarles más acerca de este deporte.

“Es increíble, la cita para los entrenamientos es a las cuatro de la tarde y cuando llego al poblado ellas ya me están esperando sentadas en el campo. Son un excelente grupo”, comentó Bernardino Borges.

Añadió que, gracias a su peculiaridad y entusiasmo, las Diablillas de Hondzonot han ido a jugar a Cozumel, Kantunilkín y algunos poblados de Yucatán, a invitación de los equipos y autoridades de estos lugares.

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