Habitantes de Juan Sarabia, municipio de Othón P. Blanco, bloquearon por más de seis horas la vía federal que conecta a Quintana Roo con Campeche para exigir la reparación de viviendas. Las protestas por afectaciones indirectas del Tren Maya han aumentado.

Héctor González Tun, representante de los afectados, mencionó que desde que iniciaron las obras se llegó a un acuerdo con la constructora encargada de excavar la piedra utilizada para el Tren Maya, a fin de que sólo se lleven a cabo dos detonaciones diarias en la zona, tal como lo puntualiza el proyecto federal.

Sin embargo, con el fin de cumplir con los tiempos estipulados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en los últimos dos meses han estado realizando hasta ocho detonaciones al día, lo cual ha comenzado a provocar estragos en sus viviendas al presentar cuarteaduras.

Los habitantes inconformes iniciaron la mañana de ayer bloqueando el tramo carretero de Juan Sarabia hacia Ucum, exigiendo la presencia del Ejército y encargados de obras del Tren Maya.

Sin embargo, después de 10 horas, reabrieron la carretera Chetumal-Escárcega en Quintana Roo, por parte vecinos de las comunidades cercanas al tramo Juan Sarabia – Ucum.

“Que surjan los responsables por los daños a viviendas de Juan Sarabia por el exceso de explosiones” y “exigimos indemnización por nuestras viviendas dañadas”, gritaban los inconformes, entre otras cosas.

También presentaron videos y fotografías donde demostraban que cada explosión “cimbraba” las estructuras de sus hogares, llegando incluso a caerse pedazos de paredes.

Debido al cierre de la vía federal, se formaron kilométricas filas de conductores que quedaron varados en la carretera. No se permitió el paso ni a pacientes con cita médica.

Por esta razón acudieron elementos de la Guardia Nacional y Policía Rural Estatal para mantener el orden, ya que hubo conatos de enfrentamiento entre algunos conductores y los manifestantes.

Sin embargo, los pobladores se mantuvieron firmes solicitando la intervención de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el Gobierno del Estado y prestadores de servicios de obras, para formalizar la reparación de daños y que se cumpla con lo acordado.

Fue hasta la tarde del miércoles cuando se instaló una mesa de diálogo entre las tres partes. Después de varias horas se levantó el bloqueo.

La petición de los inconformes es una indemnización por las viviendas dañadas, además de que se reduzcan a dos explosiones diarias las que se realicen en los bancos de piedra de la zona.