Javier Ortiz/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La construcción de drenaje sanitario en los asentamientos humanos ubicados a orillas de la laguna, contribuirían a frenar la contaminación que sufre, antes que registren crecimiento como sucedió con Bacalar, porque vislumbran acelerado crecimiento igual.

Silvana Marisa Ibarra Madrigal, bióloga investigadora de Ecosur, consideró que se deben adoptar medidas preventivas para evitar más contaminación al cuerpo lagunar, en virtud que por compartir el mismo atractivo natural, las localidades asentadas a orillas de la Laguna de los Siete Colores, tienden a crecer vertiginosamente al igual que Bacalar.

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Dijo que se debe dar alta importancia del cuidado del suelo, tanto sobre permitir el paso del agua, como de cuidar, desde la operación de la vida humana que esa agua no sea tóxica, en virtud del funcionamiento del agua subterránea y superficial, así como los flujos que conectan a las personas, el suelo, la lluvia y el acuífero con la laguna y de allí hasta el mar.

Consideró necesario replantear los sistemas de drenaje como hasta ahora se han realizado en otras partes del país, porque el de Bacalar es un sistema especial y diferente. Sugirió la instalación de humedales o micro plantas con sistemas de tratamiento combinado por secciones o colonias.

Rodolfo Valle Villaseñor, empresario constructor chetumaleño, aseguró que hace algunos años presentaron un proyecto de drenaje sanitario para la comunidad de Xul-Há, tomando en consideración que los habitantes utilizan fosas sépticas y con el paso de los años resultaría en una contaminación por desechos orgánicos.

Destacó que varios desarrolladores turísticos de esa zona que se encuentran a orillas de la laguna, han adoptado una serie de acciones por iniciativa propia, para evitar que se siga dañando el cuerpo lagunar, como es el caso de biodigestores de gran capacidad o pequeñas plantas de tratamiento.

Aunque consideró que resulta necesario adoptar medidas también para el crecimiento urbano, porque es un tema que no se ha abordado y con el impulso turístico que la actual administración estatal está brindando al sur de Quintana Roo, en unos años las comunidades asentadas a orillas de la laguna registrarán mayor crecimiento y la infraestructura hidráulica no está preparada para ello.