Ex funcionaria dañó parte de la Casa de la Cultura
Destruyó varios salones del inmueble para hacer una sola galería. Se hará nueva inversión.
Alejandra Carrión/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La administración pasada, además de haber perdido 50 mil libros de la Biblioteca Rojo Gómez, dejó en malas condiciones un apartado del edificio emblemático Casa de la Cultura, anteriormente escuela Belisario Domínguez.
La entonces subsecretaría de cultura del Estado, Lilián Villanueva, destruyó la infraestructura de varios salones con la finalidad de hacer una sola galería. Ahora, el Gobierno actual tendrá que invertir un millón 600 mil pesos para su compostura.
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Jacqueline Estrada Peña, titular del Instituto Cultural y las Artes (ICA) de Quintana Roo, indicó que anteriormente se rompieron paredes y el piso del emblemático edificio que es parte de la historia de Chetumal y que data desde hace más de 75 años.
“Sobre la avenida Héroes, donde antes era la escuela Belisario Domínguez, hay un edifico que también nos lo entregaron en malas condiciones, que en su momento se llamó el Paseo del Arte, entonces debido a que rompieron paredes para hacer una galería completa, dañaron ese edificio y actualmente está perjudicado”, dijo.
Comentó que tanto el techo, como paredes y piso se encuentran en malas condiciones y ahora tendrán que invertir un millón 600 mil pesos para repararlo, pues ahí será el lugar donde se instale provisionalmente la Biblioteca Rojo Gómez.
Indicó que el edificio data desde 1939 y es emblemático en la capital del Estado, parte del patrimonio y es importante rehabilitarlo.
“Para poder instalar la biblioteca de forma provisional, nos piden que este el perfecto estado, impermeabilizado, sin problemas de humedad, con aire acondicionado, y amueblado. El recurso ya está autorizado, ya bajó y en cualquier momento inician los trabajos”, resaltó la entrevistada.
Chetumal es la única capital del país que no cuenta con una biblioteca central, misma que fue cerrada hace un par de años por el mal mantenimiento en su infraestructura.
La administración pasada, cerró dicho espacio emblemático en la capital del Estado, y que aguardaba un invaluable acervo de 64 mil libros, de los cuales más de 50 mil fueron desechados, en ese entonces por la subsecretaría de cultura del Estado. Los libros fueron desechados, según justificó la autoridad del sexenio pasado, porque se humedecieron ante la maña a infraestructura del edificio, terminando prácticamente en la basura.
Otro tanto de libros, fueron donados a escuelas primarias. El ICA solo pudo recuperar dos mil 500 de los 64 mil tomos que existían y que por años consultaron los estudiantes del municipio de Othón P. Blanco y Bacalar.