Carlos Castillo/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El Presidente de Sanidad Comité Estatal de Fomento y Producción Pecuaria, Alvino Enríquez Martínez, confío que para 2018 la Federación no recorte el presupuesto a fin de contar con recursos suficientes para el control de enfermedades.

Explicó que durante este año únicamente recibieron un presupuesto de cinco millones de pesos de la Federación, un monto que apenas alcanza para mantener activas las doce campañas de control y supervisión de enfermedades que existen.

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“Nosotros de alguna manera tratamos de que los trabajos se hagan en beneficio de los productores lo mejor posible y atender a todos los productores que en su momento lo soliciten”, dijo.

Explicó que desde hace años el presupuesto no varía ya que reciben cinco millones de pesos de participaciones federales y tres millones de pesos estatales y las campañas son para conservar el estatus sanitario del Estado y monitorear enfermedades como la Auyesky, Varroa, Tuberculosis, Brucelosis, Enfalisitis equina.

Actualmente trabajan en el cierre de las 12 campañas como lo marca Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasica), hasta el 31 de diciembre, aunque el próximo año todo dependerá del dinero que llegue.

“Dentro de los recursos ya viene etiquetado cuanto para cada campaña, desgraciadamente quisiéramos atender el total del hato ganadero en el Estado, de recursos federales nos autorizan 15 mil vacunas de Derriengue y tenemos un hato ganadero de 200 mil cabezas, y aun así nos quedamos cortos”, comentó.

Efraín Ac Iste, representante de la asociación de ganaderos de Othón P. Blanco, señaló que  es difícil acceder a recursos por parte del Comité, por ello cuando registran problemas con las enfermedades, acuden directamente con las autoridades del agro.

“Nosotros no nos confiamos y tratamos de bajar recursos de la federación y del Estado, es decir donde haya oportunidad y una ventanilla para recursos ahí nos vamos nosotros”, comentó.

El problema para el sector ganadero, es que los recursos económicos que se programan llegan tarde, lo cual atrasa el combate de las enfermedades.