CHETUMAL, Q. Roo.- El Covid-19 y la crisis en la industria cañera han golpeado a los comercios de la zona rural, los cuales no han recibido apoyo de parte de la Cámara de Comercio ni de las autoridades municipales y estatales. 

El director de la Comercializadora de la Ribera, Cristian Nahúm, recordó que primero les afectó la pandemia de Covid, cuyas consecuencias se conocen perfectamente, además de los gastos extras en energía eléctrica, muy costosos; en desinfectantes y demás, que han tenido que solventar los pequeños comerciantes para poder mantener las cortinas abiertas. 

“Es complicado mantenerse laborando, sobre todo cuando no hay giro de dinero, y la mayoría nos vemos obligados a fiar productos para que no se pierdan”, dijo. 

Pequeños negocios, los más afectados 

Además del Covid, en la zona rural se vino la crisis al sector cañero, que normalmente deja una derrama económica importante y sostiene la economía de la zona rural. Los más afectados, dijo, son los pequeños comercios que van subsistiendo al día, y el modelo de negocio pasa a segundo plano, ya que en realidad no deja las ganancias que debe generar. 

A lo anterior se suman las cargas fiscales que no disminuyeron ni dieron prórroga. “Los impuestos los pagamos en su totalidad; de hecho, nos vemos obligados a pagar un poco más, con relación a los servicios que adquirimos”. 

Además de otros gastos para seguir operando “los productos cómo desinfectantes, cubrebocas, gel antibacterial, colchón desinfectante, lonas, pistola de temperatura y micas de mostrador, incrementaron sus precios hasta 100%, y eso lo tenemos que costear, ya que es indispensable para funcionar”, señaló.