Chetumal: Proliferan plagas en plantíos de caña en ejidos de la ribera del Río Hondo
Los productores señalan que no cuentan con recursos para la compra de insecticidas.
El nivel del agua de lluvia que anegaba más de diez mil hectáreas de caña disminuye poco a poco, y deja a su paso la aparición de plagas como la mosca pinta y gusano barrenador, que son capaces de afectar el rendimiento de la hectárea de caña hasta en un 80%.
La humedad y después las altas temperaturas son el ambiente perfecto para la proliferación de estas plagas, que se alimentan de la vara de caña, y los primeros brotes ya se están haciendo presentes en ejidos de la ribera del Río Hondo.
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Evaristo Gómez Díaz, presidente de la Unión Local de Productores de Caña, aseguró que a los productores de caña les llueve sobre mojado, ya que no salen de una y les cae otra, primero la sequía, luego inundaciones y ahora las plagas.
El problema dijo es que cada situación ha dejado desbancados económicamente y con deudas a los productores de caña, que ahora no cuentan con recursos para contener la aparición de las plagas, que ya afectan los cañales.
Y aunque por el momento se encuentran realizando recorridos para evaluar la afectación de las inundaciones, se han topado que donde ya bajó, o no se inundó ya hay presencia de mosca pinta y gusano barrenador.
El también presidente del Comité de Sanidad Vegetal de Quintana Roo, (Cesaveqroo), dijo que cada año, más de 15 mil hectáreas resultan afectadas por estas plagas algunas en mayor intensidad que otras, pero que dejan mermas en la producción de entre 30 y 80% del rendimiento por hectárea.
Y los recursos de la federación y el Estado para atender estas afectaciones no han fluido desde el 2019, provocando que sean los productores quienes costeen los gastos para el combate de las plagas.
Los productores de caña afectados se encuentran a merced de la plaga, pues necesitan entre 700 y mil pesos por hectárea entre mano de obra e insecticida para combatir estas plagas.
Para productores como Cándido Solís, de la comunidad de Pucté, la situación es crítica, “con la terminación de la zafra 2019/2020 se acabaron los pocos ingresos que tenía la zona cañera, el incumplimiento por parte de los industriales en los acuerdos tomados con las dirigencias de las organizaciones, relativos a otorgar 20 pesos por tonelada, renegociar las carteras vencidas, suministrar créditos de avío al campo, fueron letra muerta”, comentó.
Y aunque están en tiempo para empezar a fertilizar, con la humedad que las lluvias han traído, también aplicar herbicidas a los campos para el control a tiempo de las malezas e insecticidas para las plagas, “sin créditos para insumos, para nuevas siembras, estamos condenados a repetir otro año similar este 2020”, finalizó.