Chetumal: Recuerdan con cariño a King Blazer a un año de su muerte
Fue un joven gladiador que con sus ocurrencias generaba todo tipo de reacciones entre el público.
Ayer se cumplió un año de la muerte de King Blazer, luchador profesional de Chetumal, que es recordado con cariño por la afición chetumaleña.
Un joven gladiador que con sus ocurrencias generaba todo tipo de reacciones entre el público que llegaba a las arenas de la capital del estado, y que lamentablemente falleció a causa de un padecimiento en el pulmón.
Su última participación en una función de Lucha Libre fue en el estado de Campeche y familiares, amigos y aficionados recordaron ayer a este carismático y polémico rudo que se ganó el odio de la gente por su singular manera de tratar a sus adversarios y al mismo público, en cada función en la que se presentaba.
A un año de su partida, la señora Lluvia Tamay, esposa del gladiador, lo recuerda como un padre extraordinario, un esposo insuperable y un gran amigo, una persona que, por su nobleza, se ganó la amistad y el cariño de mucha gente y, sobre todo, un gran luchador que entregó el alma y todo su esfuerzo cada vez que subía al cuadrilátero.
“La familia siempre lo apoyamos al 100% en su carrera como luchador, obviamente muchas veces teníamos miedo y preocupación por todo el riesgo que tiene este deporte, pero le pedíamos siempre a Dios para que lo cuidara y lo acompañábamos a sus funciones”, recuerda.
Su carrera como luchador profesional tuvo una duración de seis años, aproximadamente, y se podía disfrutar de sus marrullerías como luchador del bando rudo en las carteleras de la Arena Chetumal y también en la Arena Vidal, la catedral de la Lucha Libre en Chetumal, donde compartía la lona con las grandes figuras del pancracio local.
Debajo del ring y fuera de las arenas, King Blazer se desempeñó dentro del servicio público, como trabajador de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), en el departamento de cárcamos.
En las redes sociales no se hicieron esperar los mensajes de los amigos, conocidos, compañeros de profesión y aficionados, que recordaron con mucho cariño a un gran rudo, que disfrutaba lastimar a sus contrincantes sobre el encordado.
Con un rezo, los familiares más cercanos de King Blazer suplicaron por el descanso eterno de este luchador chetumaleño que dejó un gran vacío en la familia luchística de la capital.