Benjamín Pat/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El rescate del Relleno Sanitario Intermunicipal, abandonado durante varios años y ubicado en Bacalar, requiere de al menos 15 millones de pesos, según las estimaciones de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (Sema).

Alfredo Arrellano Guillermo, titular de la dependencia, dijo que se trata de una cifra que tendrán que erogar los Ayuntamientos de Othón P. Blanco y Bacalar para dejar el sitio en condiciones de operatividad.

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“La obra no es factible usarlo en las condiciones actuales, lamentablemente el municipio así lo recibió y tiene que inyectarle recursos para adecuarlo”, señaló el funcionario estatal.

Uno de los trabajos que requiere es la rehabilitación de la fosa de lixiviados y reafirmar los taludes porque no están bien compactados, que correrán a cargo de las autoridades municipales de Othón P. Blanco y Bacalar.

“En la medida de nuestras posibilidades podemos buscar recursos, pero lamentablemente no contamos con ellos”, mencionó el entrevistado.

En su oportunidad, las autoridades municipales de Othón P. Blanco, dieron a conocer que realizan las gestiones necesarias ante la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra) para poder realizar las adecuaciones al sitio y poder poner en condiciones aptas para recibir los desechos sólidos de la ciudad de Chetumal.

La obra fue terminada desde el año 2014, sin embargo, el Ayuntamiento de Othón P. Blanco, encabezado en su momento por Eduardo Espinosa Abuxapqui, no quiso recibir la obra bajo el argumento que estaba muy lejos de la ciudad de Chetumal.

Según una evaluación realizada por la empresa que se encargó de su construcción, las deficiencias no fueron su responsabilidad sino del Ayuntamiento anterior que no lo puso en operaciones.

Además hubo detalles que no fueron consideradas oportunamente por la SEMA previo al proyecto y cuya colocación fueron condicionadas para la liberación de los pagos.

Uno de ellos fue el acceso, el cual no tuvo la compactación suficiente para no dañar la geo-membrana, y que por la falta de mantenimiento quedó inservible, según Guillermo Rodríguez Ortiz, quien se encargó de la construcción en 2014.