Carlos Castillo / SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El módulo del Instituto Tecnológico de la Zona Maya (ITZM) en Río Verde cerró sus puertas, dejando sin estudios a más de 100 estudiantes pertenecientes a 30 comunidades del municipio de Bacalar.

La razón fue que a los docentes que trabajan de manera voluntaria en ese plantel, nunca les otorgaron un estímulo para su ayuda diaria.

Fermín de Jesús Chan, habitante de la comunidad e integrante de la mesa directiva del núcleo agrario, señaló que a pesar de que el ejido donó al ITZM 60 hectáreas de tierras para la instalación del módulo y que en un futuro se construya el plantel educativo, dejó de funcionar dejando a más de 100 alumnos sin estudios.

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Explicó que hace un año con la finalidad de que los estudiantes de al menos 30 comunidades cercanas tuvieran un punto medio donde continuar con sus estudios de nivel superior, se tomó la decisión en el ejido de donar el predio.

Sin embargo, de manera altruista dos profesores daban clases, con la promesa de que en seis meses la institución educativa les conseguiría un pago por sus servicios, pero después de un año estos se fastidiaron y dejaron de dar clases.

“Entendemos a los profesores, de Bacalar a Río Verde hay que recorrer más de 130 kilómetros de carretera y luego sin pago alguno, hasta mucho aguantaron un año sin pago”, comentó.

Dijo que debido a la presión de los profesores y padres de familia los directivos del instituto decidieron cerrar el módulo, dejando sin clases a los estudiantes de nuevo ingreso y los que ya iban por su segundo año.

Guillermina Ofelia Guzmán habitante del Río Verde y con un hijo en tercer semestre de agronomía, dijo que el módulo fracasó debido al nulo interés por parte de las autoridades estatales y municipales.

Recordó que al inicio fueron los padres de familia, alumnos y maestros los que limpiaron el área donde posteriormente construyeron dos aulas de madera y un baño rústico;  sin embargo a pesar que fue inaugurado en agosto del 2017 por autoridades estatales del sector educativo nunca realizaron una inversión ni dio apoyo alguno.

“Ahora mi hijo, dejó sus estudios porque no puede ir hasta el plantel que está en Juan Sarabia en Othón P. Blanco, a más de dos horas de camino y pagando más de 200 pesos diarios de pasaje”, finalizó.