El Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) se encuentra una vez más bajo los reflectores debido, para variar, a las graves irregularidades y la falta de transparencia en el manejo presupuestal.

Durante la última semana, el Órgano Interno de Control (OIC) reveló que la consejera presidenta, Rubí Pacheco Pérez, ha incumplido en la solventación de 29 observaciones, principalmente relacionadas con el manejo discrecional de recursos.

Además, se han emitido cuatro promociones de responsabilidad administrativas sancionadoras, tan sólo en el primer trimestre de este año, a siete meses de que la consejera presidenta asumiera el cargo.

Por enésima vez, consejeros y representantes de partidos políticos han vuelto a señalar la opacidad y las irregularidades en el Ieqroo, destacando el uso de recursos sin autorización o justificación, contrataciones sin cumplir los procedimientos establecidos y modificaciones inapropiadas en los reglamentos. 

Llama poderosamente la atención, por ejemplo, la falta grave que autorizó la consejera presidente, al arrendar vehículos con tarjetas de circulación vencidas, y con placas del Estado de México, como si en Quintana Roo no existieran arrendadoras de vehículos.

Además de haber autorizado finiquitos discrecionales a trabajadores despedidos, ya que a algunos se les pagó finiquitos y de 20 mil pesos, mientras que a otros con el mismo nivel se les pagó hasta 200 mil pesos.

Es preocupante que la consejera presidenta haya declinado responder públicamente a los señalamientos, optando por dar una respuesta por escrito, pues su soberbia sólo abona a la falta de transparencia y genera aún más dudas sobre su gestión y su compromiso con la rendición de cuentas del órgano autónomo que mal dirige.

La falta de regularidad en el manejo presupuestal y las contrataciones inapropiadas son señales alarmantes de una administración deficiente.

Resulta igualmente preocupante la falta de notificación al Consejo General por parte de la consejera presidenta sobre asumir responsabilidades administrativas, tras la renuncia de la directora de administración, quien ya no estuvo dispuesta a solapar las arbitrariedades de Rubí Pacheco. 

El Ieqroo se encuentra en una encrucijada, ya que con el inicio del proceso electoral federal concurrente con la elección de presidentes municipales y diputados locales en 2024, es crucial que se restaure la confianza en el organismo y se garantice un manejo adecuado y transparente de los recursos.

No se puede permitir que la opacidad y las irregularidades pongan en riesgo la integridad y la legitimidad de los procesos electorales en Quintana Roo.

Es hora de que las autoridades competentes investiguen a fondo las irregularidades en el Ieqroo y tomen las medidas necesarias para salvaguardar la transparencia, la legalidad y la confianza, incluso si es necesario despidiendo a la consejera presidenta Rubí Pacheco y aplicarle las sanciones correspondientes.

¿Qué esperan consejeros y autoridades para deshacerse de esta consejera presidente corrupta?