Vendida por el gobierno federal como la medicina para todas las enfermedades de la educación, la Reforma Educativa con tan sólo dos años de vigencia empieza a mostrar alarmantes signos de colapso, al resquebrajarse uno de sus principales pilares: la evaluación docente universal.

Y es que las autoridades educativas tanto federales como estatales no lograron afinar el proceso evaluativo que arrancó en el ciclo 2015-2016 con moderado éxito, pero que cayó en el abismo del fracaso en este nuevo ciclo escolar.

Según las cifras oficiales, en la primera etapa de la evaluación docente fueron convocados de manera obligatoria 150 mil profesores, de los cuales más del 90 por ciento acudieron al llamado de la autoridad, so pena de despido.

En Quintana Roo los números entregados por la Secretaría de Educación fueron de los mejores, ya que registró una de las mayores tasas de participación cercanas al 97 por ciento y obtuvo resultados destacados en educación media superior, y por encima del promedio en educación básica.

Pero estas cifras no son representativas de la realidad del magisterio, porque para garantizar resultados aprobatorios la autoridad local seleccionó a los mejores docentes según los datos de Carrera Magisterial, de manera que se esperaban números favorables.

Pero el principal problema de la evaluación fue la logística improvisada, los instrumentos poco adecuados que recibieron fuertes críticas de los maestros sustentantes y el desastre administrativo que provocó retrasos en la entrega de resultados, provocando una gran incertidumbre sobre la forma en que los exámenes fueron calificados.

Como resultado de los innumerables problemas, para este nuevo ciclo la Secretaría de Educación Pública (SEP) propuso que la evaluación docente sería “voluntaria”, lo que fue una fórmula para el desastre porque la cifra de docentes evaluados se desplomó.

En números fríos, en Quintana Roo en la primera etapa de la evaluación realizada en el ciclo 2015-2016 fueron evaluados mil 748 profesores de educación básica y media superior; en contraste, en este ciclo escolar la titular de Educación, Marisol Alamilla Betancourt, reportó que solo 23 maestros de los mismos niveles presentaron su evaluación de desempeño, una caída del 98.7 por ciento.