La reforma a la Ley del ISSSTE suma una controversia más en Quintana Roo. Luego del llamado a la suspensión de clases por parte de la Sección 25 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la tarde de hoy el sindicato de trabajadores del Colegio de Bachilleres expresaron su rechazo a los cambios en la ley.

En el comunicado del Sindicato de Trabajadores de los Colegios de Bachilleres de Quintana Roo (Sitacobaqroo), compartidos en sus redes sociales, se destaca que la reciente reforma a la Ley del ISSSTE, representa un retroceso en sus derechos y estabilidad laboral.

Entre las principales preocupaciones que esgrimió el sindicato, destaca las dudas sobre el posible incremento en las aportaciones de los empleados con mayores ingresos, lo que disminuirá su poder adquisitivo sin garantizar mejoras en servicios de salud o prestaciones.

Asimismo, la revisión de pensiones elevadas genera incertidumbre entre los jubilados, quienes temen ajustes arbitrarios tras haber cumplido con la normativa vigente.

Ante esta situación, los trabajadores sindicales del Sitacobaqroo anunciaron que llevarán a cabo medidas, aunque no las especificaron con exactitud:

“… Para hacer patente nuestro descontento, llevaremos a cabo una serie de acciones que demuestren nuestra inconformidad con esta reforma. Convocamos a todos los compañeros a mantenerse informados y unidos en esta lucha, ya que solo a través de la organización y la resistencia podremos frenar cualquier intento de afectar nuestras conquistas laborales…”

Finalmente, el sindicato exhortó a las autoridades a reconsiderar los cambios y a establecer un proceso de diálogo genuino.

Lee el comunicado completo del Sitacobaqroo

A la comunidad trabajadora y a la opinión pública:

El reciente anuncio de la reforma a la Ley del ISSSTE representa un duro golpe a los derechos y la estabilidad de los trabajadores del Estado. Estas modificaciones, lejos de mejorar las condiciones laborales y de bienestar de quienes han dedicado su vida al servicio público, imponen nuevas cargas económicas y generan incertidumbre sobre el futuro de nuestras pensiones y seguridad social.

Una de las principales preocupaciones es el incremento en las aportaciones que deberán realizar los trabajadores con mayores ingresos, lo que reducirá su poder adquisitivo sin una garantía clara de mejoras en los servicios de salud o en las prestaciones. Además, la revisión de pensiones elevadas genera un ambiente de inestabilidad para los compañeros jubilados, quienes ya han cumplido con los requisitos establecidos en la legislación vigente y ahora enfrentan la posibilidad de ajustes arbitrarios.

Por otro lado, la falta de transparencia en la implementación de estos cambios y la ausencia de diálogo con los representantes sindicales son una clara señal de que esta reforma no ha sido diseñada con el consenso de quienes serán los más afectados: los trabajadores. No se puede permitir que las decisiones que impactan directamente nuestras vidas se tomen sin escuchar nuestra voz.

En este sentido, manifestamos nuestro absoluto rechazo a estas modificaciones y exigimos que se abran espacios de diálogo para analizar alternativas que realmente protejan los derechos de los trabajadores. No podemos permitir que se nos impongan medidas que vulneran nuestra estabilidad y la de nuestras familias.

Para hacer patente nuestro descontento, llevaremos a cabo una serie de acciones que demuestren nuestra inconformidad con esta reforma. Convocamos a todos los compañeros a mantenerse informados y unidos en esta lucha, ya que solo a través de la organización y la resistencia podremos frenar cualquier intento de afectar nuestras conquistas laborales.

Exhortamos a las autoridades a reconsiderar estos cambios y a establecer un verdadero proceso de negociación donde se tomen en cuenta las preocupaciones de los trabajadores. No descansaremos hasta garantizar que nuestros derechos sean respetados y protegidos.