Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Con una señal que diga “No tocar, es posible salvar la vida de una especie vegetal o animal, por lo que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) se dio a la tarea de colocar 140 señaléticas en la Península de Yucatán, de las cuales 110 fueron instaladas en las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de Quintana Roo.

Señalamientos en los sitios protegidos 

Con una inversión total de dos millones 500 mil pesos, la Conanp colocó indicaciones en las entradas, salidas y caminos de los sitios catalogados como protegidos.

Heriberto Martínez López, subdirector de la Unidad Administrativa de la Dirección Regional de la Conanp, es el encargado de llevar el inventario sobre el trabajo que se realizó en 18 Áreas Naturales Protegidas, dentro de las que se incluyeron 13 que se ubican en territorio quintanarroense.

El material que se utilizó para los señalamientos está hecho de aluminio, y tienen marcos de madera robusta para ser proyectados al estilo “display” de publicidad.

Exponen las restricciones 

En ellos se han escrito mensajes sobre la importancia de cada una de las áreas protegidas, así como sus características ecosistémicas y biológicas, pero lo más importante son las restricciones que marcan los Planes de Manejo Ambientales.

Los carteles tienen la finalidad de exhortar al público lo que está o no permitido hacer en esos sitios; por ejemplo, se recomienda a la gente no tocar ciertas plantas.

“Mediante estas señales pretendemos crear la cultura de conservación, porque todos afectamos el equilibrio ecológico con las actividades diarias”, detalla Martínez López.

Para colocarlos se necesitan realizar estudios 

Francisco Ricardo Gómez Lozano, director regional de la Conanp en la Península de Yucatán y Caribe Mexicano, cataloga la acción de colocar las señales como relativamente sencilla, no obstante, se trata de hacer estudios previos para saber en qué lugares son precisos instalarlas. Asimismo, implementarán vigilancia para que no sean vandalizadas.

El reemplazo de los señalamientos se realiza como mínimo cada 10 años, pues por eso se busca trabajar con materiales resistentes a lluvias, vientos y huracanes.