Los sectores mexicanos más afectados si se acaba el Tlcan
Funcionarios están reunidos esta semana en Montreal en una ronda crucial para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)...
Funcionarios están reunidos esta semana en Montreal en una ronda crucial para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuyo colapso podría desencadenar una costosa batalla arancelaria entre México y Estados Unidos.
Si los dos vecinos se ven obligados a retomar los aranceles de “nación más favorecida” según las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), los expertos dicen que México probablemente enfrentará barreras más bajas que Estados Unidos, pero algunos sectores encararán fuertes penalidades.
A continuación, una lista de productos mexicanos de una alta actividad comercial que podrían enfrentar aranceles más altos si se pierden los beneficios del acuerdo comercial de 24 años, que también integra Canadá. Camionetas pickups y camiones pesados. Las exportaciones de camiones, autobuses y vehículos especializados, incluidas camionetas pickup, desde México a Estados Unidos alcanzaron los 28 mil 314 millones de dólares en el 2016.
Si colapsa el TLCAN, Estados Unidos podría aplicar un arancel consolidado de 25% a las importaciones de camionetas pickup y camiones unitarios mexicanos (Clase 2 a 8), excluidos los autobuses, vehículos especializados y Tractocamiones Quinta Rueda. Las camionetas pickups representan el grueso de las exportaciones de la industria automotriz de México en el segmento de camiones ligeros, que corresponden a 53.5% de 3 mil 102 millones de unidades exportadas en el 2017.
En el segmento compiten la RAM 2500 de Fiat Chrysler y la Chevrolet Silverado 2500 de General Motors. Las SUVs no afrontarían un arancel de un 25%. Las exportaciones de camiones unitarios, excluidos los Tractocamiones Quinta Rueda-, representaron 43% de los 104 mil 10 vehículos pesados de carga (Clases 4 a 8) de México en 2016 y generaron 34% del total de 8 mil millones de dólares en envíos del segmento.
Ese año, el 94% de las exportaciones de vehículos pesados de carga se destinó a Estados Unidos. Productos agropecuarios. Las exportaciones de vegetales, frutas, jugos, congelados y productos de carne en 2016 sumaron 14 mil 220 millones de dólares.
México es el primer exportador de productos agropecuarios a Estados Unidos. Los productos agropecuarios mexicanos que enfrentarían mayores aranceles en Estados Unidos sin el TLCAN serían los espárragos, con un 21.3%; melones, sandías y papayas frescos, con un 17%; vegetales sin cocer congelados, con un 14.9%; fresas congeladas, con un 11.2%; y carne de bovino deshuesada, con un 10%. Textiles y vestido.
Exportaciones mexicanas a Estados Unidos de ropa, textiles de algodón, confecciones de algodón y lana, telas sintéticas, de algodón, lana, seda y fibras naturales totalizaron 4 mil 662 millones de dólares en 2016. Si Estados Unidos abandona el TLCAN, las importaciones de suéteres y playeras de México podrían enfrentar un arancel consolidado de 32%, mientras el aplicado a los pantalones de fibra sintética para hombres y niños podría llegar a 27.9%, según las tarifas registradas en la OMC. La industria mexicana de la fibra, textil y el vestido destina 87% de sus exportaciones al TLCAN.
Récord de remesas en 2017
El ingreso de remesas a México alcanzó un nuevo récord durante 2017, con 28 mil 771 millones de dólares, provenientes de los connacionales en el exterior. Esta cantidad superó en 6.6% la cifra reportada en 2016. La mejoría en el mercado laboral en Estados Unidos, que ha beneficiado a la población de origen mexicano que reside en ese país, así como la política anti migratoria del presidente Trump, que elevó el temor de deportaciones en este grupo de la población, son factores que impulsaron la captación de estos recursos.
Así, las medidas y el discurso del presidente de Estados Unidos más que inhibir el flujo de envíos desde ese país a México, fue un factor que los impulsó. Probablemente los trabajadores mexicanos en ese país continuaron descontando una mayor probabilidad de ser deportados, lo que reduciría significativamente su expectativa de ingreso permanente, por lo que en consecuencia, fueron más propensos a ahorrar.