No a los explosivos

Somos un gran país dividido en estados que se vuelven uno en días de desastre...

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¿Qué nos pasa México?

Somos un gran país dividido en estados que se vuelven uno en días de desastre pero que ni se miran cuando se trata del día a día.  Perdemos la perspectiva al enfrentar nuestras propias problemáticas y no hemos entendido que finalmente son las mismas aquí y allá, pues en mayor o menor proporción tenemos los mismos enemigos. Juntos podemos encontrar y poner en práctica las soluciones que necesitamos.

Hemos perdido el respeto por la vida. Hombres y mujeres mueren a diario por situaciones que empezaron con insultos, abusos o violaciones pero también por ignorancia, negligencia e indolencia.  Se reproducen patrones culturales adoptados incluso de la televisión o creados para infundir miedo, demostrar superioridad o cumplir los caprichos de la avaricia, y lo dejamos pasar... Lo permitimos desde los hogares, las escuelas, las iglesias, los medios y las oficinas de gobierno.  Con cualquier pretexto le dejamos a otro la responsabilidad de cambiar a México. 

Un ejemplo: En la víspera de Navidad un menor de edad perdió la vida por participar en una quema de petardos al lado de sus vecinos.

Sí, explosivos en manos de niños con la complacencia de padres y autoridades irresponsables que no acaban de entender que dejarlos jugar, como le llaman, es igual que llevarlos de la mano hasta donde inicia el sendero de la muerte para abandonarlos a su suerte.  

¿Para qué?

Para continuar con una tradición tan estúpida como quienes la promueven. Descanse en paz esa alma y las que sigan, mientras viva la indiferencia ante una problemática cuya solución es una regulación estricta que respete en principio la propia autoridad. Pero esa regulación y en específico la prohibición de venta y uso de explosivos para menores de edad o en general para quienes pretendan quemarlos en cualquier esquina, no sucederá si no la exigimos y respetamos.

Sin importar filias o fobias políticas exijamos a las autoridades evitar la muerte de más mexicanos de cualquier edad por esta causa y castigar a quien no lo haga. Sepámoslo: No será un mexicano quien cambie a México, sólo los mexicanos podremos hacerlo.

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