Cancún: “Comedor de Dios” en El Crucero se transformará en centro de asistencia

De ofrecer alimento gratuito, Ricardo Villalba quiere ayudar a la gente a capacitarse en un oficio.

|
(Paola Chiomante)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El proyecto que nació con el fin de atender la necesidad de alimentos de cientos de personas que perdieron su ingreso ante la contingencia sanitaria pasará a ser uno de asistencia a la comunidad.

Ricardo Villalba, el empresario local que arrancó con el comedor, indicó que se están haciendo las adecuaciones al local para además de dar comida a los más vulnerables ahora se ofrecerá capacitación para el trabajo, talleres para niños, clases de música, entre otras actividades.

"Ahora una parte ya se techó, me falta conseguir unas mesas, poner firme ya para que vaya agarrando forma. Queremos construir dos baños con regaderas. El chiste es no solo dar de comer, sino en su momento dar clases de música, idiomas, artesanías", dijo.

Un grupo importante de quienes diariamente acuden para recibir comida son trabajadores de la construcción que perdieron su empleo en la pandemia. Muchos llevan más de 20 años en Cancún pero su patrimonio es nulo, al grado que a algunos la falta de ingresos los ha dejado en la calle por no pagar renta.

El centro comunitario, según los planes de Ricardo Villalba, pretende capacitar a las personas en algún oficio para que puedan acceder a mejores empleos y tener otra calidad de vida.

"Queremos capacitar a los albañiles para que sepan leer planos, sepan hacer otras cosas y puedan tener un mejor ingreso. Si no nos preparamos Cancún se viene para abajo", sostuvo.

Hasta antes de la pandemia Ricardo Villalba se dedicaba a la venta de zapatos en la zona de El Crucero e incluso había creado su propia marca. Pero ver a un cliente buscando comida entre la basura le cambió por completo el panorama y decidió emprender esta labor humanitaria.

(Paola Chiomante)

El nombrado "Comedor de Dios" continúa recibiendo donativos en dinero o especie para seguir con los trabajos de acondicionamiento del local y a la par alimentar a las más de 200 personas que llegan todos los días para recibir desayuno y comida gratuitamente.

Lo más leído

skeleton





skeleton