La agitación para Quintana Roo está a punto de iniciar, y será en todos los ámbitos, tanto en lo político, como en lo social, en lo electoral y en lo turístico, todos ellos rubros muy importantes para el estado y sus habitantes.

En este primer trimestre del 2023, al estado del sureste no le ha ido muy bien, y varios hechos suscitados quedaron marcados para siempre en la historia del estado, aunque algunos fueron sumamente condenados.

Tal y como ocurrió con el enfrentamiento de los taxistas contra los conductores de las plataformas digitales de transporte, que dejaron huella en el ámbito internacional y que seguramente su mayor impacto negativo se verá reflejado en las próximas temporadas altas de turismo.

A este conflicto político se le sumaron los problemas ambientales como la fuerte “surada” que obligó a las capitanías de puerto a mantener cerrada la navegación en varios polos turísticos, por varios días, causando millonarias pérdidas al sector náutico y turístico.

Además, ese fenómeno meteorológico provocó que la temporada de sargazo se anticipara una vez más, y ya los especialistas han advertido que en los próximos días más de 25 mil toneladas de la macroalga que fue detectada flotando en las cálidas aguas del mar Caribe, y que tiene como destino las playas de Quintana Roo, debido a las corrientes marinas.

Este arribazón, sin duda pone en riesgo la inminente temporada vacacional de Semana Santa, a iniciar en abril próximo, ya que, junto con los visitantes, llegará el visitante incómodo que es el sargazo, a tapizar las playas de todo el litoral quintanarroense.

De ese problema parece que ya se dieron cuenta los spring breakers, porque los empresarios turísticos ya han advertido que, para esta temporada 2023, el número de estos visitantes se reducirá a poco más de 24 mil jóvenes estadounidenses, cuando hace 10 años, los spring breakers que llegaban a Cancún y Playa del Carmen era más de 65 mil. 

Pero cómo no esperar bajas en visitantes, cuando todos los días se secuestran a personas en Cancún, cuando todos los días aparecen encobijados, aparecen personas desaparecidas, pero muertas de forma violenta.

Por eso se espera que en breve, el gobierno de Estados Unidos emita una alertas de viaje más hacia sus connacionales que visiten Quintana Roo, igual que como se emitió cuando el conflicto entre taxistas y Uber estaba en su máximo apogeo.

Viene Semana Santa y, después, verano, y la muerte de la influencer argentina Agostina Jalabert mantiene en el ojo del huracán a la Riviera Maya, pues el caso de un giro de 180 grados cuando la Fiscalía cambió el estatus de la investigación al pasar de suicidio a feminicidio.

Pero vienen tiempos electorales, y dentro de siete meses iniciarán los preparativos para madre de todas las elecciones en nuestro país, y los políticos y muchos funcionarios seguramente estarán más dedicados a la grilla que a trabajar y a dar resultados a los quintanarroenses y a nadie le importará que al estado le vaya mal.

¿Demostrarán los quintanarroenses en las urnas que tienen memoria?