El Comité Consultivo Nacional de Normalización de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Comarnat) dio luz verde a la actualización de la Norma Oficial Mexicana 001-Semarnat-2010, que vigila, monitorea y regula la contaminación del agua estableciendo límites a las sustancias que se pueden verter al acuífero. 

Este cambio fue promovido por las organizaciones de Quintana Roo Amigos de Sian Ka’an, Centinelas del Agua y Healthy Reefs Initiative durante por lo menos siete años, junto con el impulso de otras organizaciones a nivel nacional. 

Dicha Norma sustituye a la publicada en 1996, la cual, durante 25 años no había sido actualizada, aun cuando los Límites Máximos Permisibles (LMP) y los parámetros establecidos habían probado ser insuficientes para controlar la contaminación en los cuerpos de agua, dijo la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en un comunicado.

Además de que la Ley Federal Sobre Metrología y Normalización establece que las Normas se deben actualizar cada cinco años.

Industria se resistía a aceptar nuevos límites de contaminación

La propuesta había sido postergada, incluso por esta administración, principalmente por la disputa que dio el sector industrial. 

La nueva actualización obliga a todos los entes públicos y privados a realizar un proceso más riguroso de tratamiento de las aguas residuales. 

Gonzalo Merediz Alonso, director de Amigos de Sian Ka’an, apuntó que es un paso muy importante, que las organizaciones llevaban muchos años esperando que sucediera. 

“Habrá que trabajar mucho para apoyar a las distintas instancias que tienen plantas de tratamiento, para buscar reducir el costo de las inversiones que tengan que hacer para adecuar la tecnología y cumplir con los nuevos parámetros, pero creo que es algo factible”, dijo el biólogo. 

Refirió que si se compara el costo de hacer esa reconfiguración tecnológica con el costo que tiene la contaminación del agua, vale la pena la actualización. 

Esta actualización incluye por primera vez los suelos kársticos de la Península de Yucatán, que a diferencia del resto del país, es un suelo poroso con ríos subterráneos a escasa profundidad.