El 90% (261) de las 290 camas del Hospital General de Cancún “Jesús Kumate Rodríguez” se encuentran ocupadas en la atención de pacientes de COVID-19.

De acuerdo con información interna del nosocomio, una vez que se alcance la capacidad máxima del edificio principal, se realizará la apertura de las unidades externas que fueron instaladas en el mes de mayo, y que tienen una capacidad de 230 camas adicionales.

Esta situación ha provocado que otros centros de atención como la unidad de triage de la Clínica-Hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) Cancún, enfrente dificultades para referir a sus pacientes de gravedad.

“Nosotros no somos un hospital COVID, no tenemos todos los requerimientos para atenderlos. Hasta hace tres semanas el Hospital General nos estaba ayudando (...) sin embargo, ahorita está saturado, el Issste Chetumal también, entonces no tenemos a dónde referirlos ese es el problema actual”, dijo Yuliana Flores Loera, directora de la unidad.

La doctora señaló que debido a que no cuentan con la infraestructura hospitalaria -ya que solo tienen 18 camas- los únicos servicios que se pueden brindar a la derechohabiencia son tratamientos ambulatorios (para enfermos no críticos) y asistencia para estabilizar al paciente en espera de su traslado.

“Si es necesario hospitalizarlo, lo hacemos, mientras que vemos hacia dónde lo podemos canalizar”, dijo.

La Secretaría de Salud de Quintana Roo señaló anteriormente que en el caso del Hospital General de Cancún, se reconvirtieron 290 camas de las 300 censables que se tenían antes de la pandemia.

Asimismo, hace unos días la dependencia lanzó una convocatoria para la contratación emergente de más personal, con el interés de sumar más médicos intensivistas, urgenciologos, internistas, neumologos y enfermeras especializadas, así como técnicos inhaloterapistas para el Hospital General de Cancún, Playa del Carmen Chetumal.