La mortalidad entre los pacientes de cáncer de pulmón podría aumentar en alrededor del 25% de manera global debido a la pandemia por COVID-19, que ha obligado a los servicios de salud a concentrar sus recursos en la atención de esta enfermedad.

Oscar Arrieta, coordinador de la Clínica de Cáncer de Pulmón y Tumores Torácicos del Instituto Nacional de Cancerología, explicó que esto dependerá del atraso que se genere en las instituciones, ya que hay algunos que han reconvertido al 100% su operación, derivando los pacientes a otros centros hospitalarios, lo que retarda en tiempo su atención.

“Los sistemas de salud están saturados y no se están atendiendo a los pacientes con cáncer. Lo que hemos hecho es hacer recomendaciones para priorizar el tratamiento, por ejemplo, quienes están en vigilancia pueden retrasarla dos o tres meses sin impacto en la mortalidad, en el caso de quienes tienen tratamiento hormonal o biológico pueden extender sus controles, pero los que se encuentran en quimioterapia tienen mayor riesgo de morir por el cáncer en caso de no recibirla, que por una infección de COVID-19”, dijo.

El especialista indicó que las personas que padecen de esta enfermedad no deben interrumpir (sobre todo aquellas que se encuentran en quimioterapia) su tratamiento, ya que tres semanas sin este podría significar un aumento de hasta el 25% en su probabilidad de muerte y los casos avanzados hasta en un 40%.

Asimismo, señaló que los pacientes con diagnósticos pendientes también podrían ver afectada su probabilidad de supervivencia,  ya que al no ser identificados acorta la probabilidad de supervivencia debido a la agresividad de esta enfermedad.

“Muchos hospitales están convertidos en COVID y también mucha población tiene miedo de acudir por contagio, pero cuando retrasamos el inicio de tratamiento o la cirugía a ocho semanas o dos meses, impacta de manera negativa la sobrevida de los pacientes”, dijo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que el cáncer de pulmón es el más agresivo y mortal en el mundo, mientras que a nivel nacional, se ubica en el séptimo lugar por su frecuencia y primero como causa de muerte por cáncer, registrando anualmente más de ocho mil decesos.

El estudio más reciente de Globocan 2018, en el país existen siete mil 811 casos nuevos  al año, de los cuales el 86% (seis mil 717) de estos pierden la vida y únicamente entre el 5% y el 8% (entre 400 y 600) de los casos es detectado en estado temprano.