Solo 10 de un total de 35 aspirantes a policías municipales lograron en 2022 aprobar los exámenes que se aplican en el Centro de Estatal de Evaluación y Control de Confianza (C3), por lo que ya causaron alta.

Geraldily de Jesús Gutiérrez Poot, directora de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Cozumel, informó que aunque se han dado de alta a una decena de nuevos policías, el tiempo apremia ya que este año varios uniformados se van a jubilar.

Según la funcionaria, en este momento son necesarias por lo menos 50 personas más para que no disminuya la fuerza de tarea aún más.

En 2022, otros 10 elementos que fueron sometidos a las evaluaciones del C3 causaron baja y algunos de ellos iniciaron procesos legales para evitar sus despidos, ya que afirman que no se les informó en cuál de los aspectos sujetos a evaluación no aprobaron.

En una charla con la directora de Recursos Humanos del Ayuntamiento, se pudo saber que la convocatoria sigue abierta.

El año pasado solo 10 aspirantes lograron superar los filtros de los instructores del C3. Según el portal de internet del C3, este es un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio, sectorizado de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Quintana Roo (Sspqro), facultado para realizar las evaluaciones de control y confianza con base a la normatividad del Centro Nacional de Certificación y Acreditación, dirigidas a los servidores públicos que laboran en las áreas de Seguridad Pública y Procuración de Justicia en la entidad.

De acuerdo con testimonios de policías en activo que ya han superado estas evaluaciones, el proceso se divide en exámenes:

- Médicos.
- Toxicológicos.
- Psicológicos.
- Investigación socioeconómica.
- Aplicación del poligráfica.

Como Novedades Quintana Roo dio a conocer de manera oportuna, en octubre de 2016 la entonces alcaldesa Perla Cecilia Tun Pech, alentada por un sentimiento de venganza contra los integrantes de la corporación que no quisieron apoyarla en la campaña a la presidencia municipal, dio inicio a una serie de despidos que alcanzó incluso a los cadetes de la corporación y terminó reduciendo la plantilla de 420 policías a unos 210.

Desde entonces los despidos por diferentes causas, las jubilaciones y la falta de interés por pertenecer a la corporación municipal pese a las convocatorias para ocupar las vacantes, llevaron a reducir el padrón de uniformados a unos 180, incluyendo al personal administrativo, de los cuales alrededor de 40 son mujeres.