El entorno familiar influye de manera determinante en los jóvenes que se inician en el consumo de drogas, advirtió el psicólogo Hugo Venegas Molina.

Otro factor importante -agregó- es la presión social que surge entre los grupos de jóvenes con los que se relaciona, pues los individuos a edades tempranas no han desarrollado completamente la zona de la corteza frontal del cerebro, el cual permite evaluar riesgos y tomar decisiones acertadas.

El especialista aseguró que las adicciones no son un tema de comportamiento, sino un problema de salud pública. De acuerdo con los diagnósticos de consumo de drogas ilícitas que hace el Centro de Integración Juvenil (CIJ) cada año, en Cozumel se ha detectado que la edad de inicio es entre los 10 a 14 años.

El Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) en Cozumel, explicó que una vez que un joven se ha iniciado en el consumo de drogas no legales y alcohol, debe buscar ayuda profesional en los centros de rehabilitación.

Dijo que los problemas de índole familiar y personales, el cómo manejan sus emociones y con qué habilidades sociales cuentan, incidirán en que los niños y los adolescentes se involucren en el consumo de drogas.

Insistió que este fenómeno es más bien un problema de salud pública, por lo que se atiende y resuelve con tratamientos, no con consejos, regaños y castigos, por lo que es imperante que se acerquen a los centros especializados para su atención antes de que el problema sea más difícil de resolver.

El estudio “Diagnóstico del consumo de drogas en el área de influencia”, del CIJ Cozumel, indica que la problemática del consumo de drogas es un fenómeno creciente que se ve reflejado en los porcentajes de prevalencia del consumo de estupefacientes, como también en un crecimiento del consumo a edades más tempranas.

Las principales drogas ilícitas de inicio fueron marihuana, cocaína, inhalables y solventes.

Las de consumo cotidiano, por orden de importancia, son la marihuana y el crack, mejor conocida como “piedra”, pero de acuerdo con especialistas de la Secretaría de Salud Federal, se trata de cocaína modificada para poder fumar, y que es sumamente adictiva, pues ataca el sistema nervioso directamente. También es conocida como “roca”, “Doña blanca” o “azúcar”.

Las sustancias que siguen en prevalencia de consumo son el alcohol y el tabaco.