En el último año, 467 conductores y unidades de taxi estuvieron involucrados en delitos de alto impacto en Quintana Roo, tales como narcomenudeo, secuestro, extorsión y ejecuciones. Sin embargo, los sindicatos locales se han deslindado de este tema.

Las cifras obtenidas a través de Transparencia de la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado (FGE) revelan que este número contrasta con los 287 registrados en el período de abril de 2020 a mayo de 2021.

Esto demuestra que el crimen organizado cada vez tiene una mayor influencia entre los conductores del servicio de transporte público.

La información revela que como parte de las investigaciones, las autoridades solicitaron a los sindicatos “Lázaro Cárdenas del Río”, “Andrés Quintana Roo” y “Tiburones del Caribe”, pertenecientes a los municipios de Solidaridad, Benito Juárez y Tulum; los datos sobre los números económicos de las unidades que fueron captadas participando en delitos.

La respuesta fue contundente por parte de los gremios taxistas: no reconocen a los involucrados, asegurando que se trata de unidades piratas. En el caso de aquellos que sí fueron verificados, aclararon que el socio dueño de la concesión la había cedido a un tercero, quien a su vez contrató a un martillo, por lo que no tenían forma de contactar a los sospechosos.

Son 23 unidades de taxi las que fueron aseguradas en el último año, así como 444 conductores y cómplices. Ninguno de ellos fue reconocido como socio concesionario integrante de algún gremio, mientras que 52 eran martillos que tenían menos de un año de haber comenzado a trabajar.

De acuerdo al Instituto de Movilidad del Estado de Quintana Roo (Imoveqroo), cada concesionario de los servicios de taxi debe informar si tiene “rentada” la concesión a terceras personas, o si contrata a otro chofer, pero en la realidad esto no se practica.

Los inspectores del Imoveqroo calculan que más de la mitad de los casi 20 mil choferes que operan en Quintana Roo, no están registrados en el padrón de la dependencia.

Por lo que, cuando cometen un delito, fácilmente puedan esquivar la ley, pues resulta difícil dar con los involucrados aún teniendo el número de taxi.