Cuando el pueblo desplaza a sus políticos
En las desgracias de nuestro tiempo los políticos han sido desplazados por una avalancha de mexicanos...
En las desgracias de nuestro tiempo los políticos han sido desplazados por una avalancha de mexicanos que se precipita en los centros de acopio, con la imagen de su corazón en la mirada. Chetumal le responde a México.
Quintana Roo ha estado a salvo del poder destructor de los huracanes, pero su población ha conocido la adversidad y el dolor que provocan, lo que explica la espontaneidad del apoyo de hombres y mujeres que acuden a los centros de acopio con algo en las manos, quizá unas latas de atún y medio kilo de café soluble o agua purificada.
Las imágenes de los chetumaleños que acuden sin pausa a las instalaciones de los Bomberos en Chetumal son emotivas y de mucho valor, porque algunos niños acompañan a sus padres y se involucran en la misión de ayudar a otros mexicanos hundidos en la tragedia.
Muchos políticos profesionales en el tablero del país han sido desplazados porque no están realmente conectados con su pueblo; su generosidad es flor de campañas electorales y se marchita cuando conquistan sus posiciones, lo que explica su glacial lejanía porque son una casta protegida en su burbuja de privilegios.
Otros se involucran y participan en las zonas del derrumbe y el drama, comprendiendo que el bajo perfil es indispensable para el desarrollo de su sudorosa labor. Muchos apoyaron, pero una aplastante mayoría ha permanecido ajena a la tragedia que ha movilizado a numerosos mexicanos que se imponen en temporadas tan críticas como la que padecemos en carne propia o a distancia.
Peticiones prácticamente irrealizables han circulado en redes sociales, exigiendo a nuestros lobos que suelten la presa del presupuesto por ser tan generosos; pero el ciudadano ha deslizado una agenda que tendrán que incluir los futuros candidatos si quieren ocupar sus posiciones de poder.
El reclamo: disminuir el insultante presupuesto que se asigna a los partidos políticos para que sea otorgado a los mexicanos en situación tan vulnerable, llamado a misa que debe llegar a los dominios de dependencias y poderes legislativos acostumbrados al despilfarro.
Las redes sociales han difundido un reclamo que meterá presión a nuestros políticos cuya agenda ha sido personal o de grupo, pero tan ajena a su pueblo que los rechaza.