Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Elba Moreno Ortiz, llegó al Instituto Municipal de la Mujer (IMM) por una cuestión de ayuda legal, pues se le murió su madre y no sabía cómo rebasar el conflicto, en el centro contó con la orientación que necesitaba, al sentirse deprimida y sin saber cómo retomar el camino le sugirieron uno de los cursos que se realizaban en el sitio.

Comenzó a ir martes, jueves y sábado, dos horas en la tarde, a tomar clases de masoterapias, en las mañanas toda una semana recibió clases de imagen personal. 

“Era ayudante en un puesto de empanadas, pero me las arreglé para venir a la institución, mi hermana me apoyó, pensé en mi futuro, dijo con lágrimas en los ojos”.

La psicóloga la hizo reconocer que vale mucho y fue importante darse cuenta que podía luchar con dos hijos adolescentes que la necesitaban. 

Comentó que los cursos le cambiaron la vida y la ayudaron a desarrollar su autoestima. En la actualidad se siente una mujer más segura con los conocimientos adquiridos, “ya tengo clientes y ahora que he aprendido lo básico pienso continuar aprendiendo más, pues a todo lo que pueda estoy abierta”, comentó.

Socorro Briceño Fuentes es una de las que tomó un curso de microempresaria, lleva 15 años en Cancún, trabajaba como gestor de cobranza hasta que por su edad decidieron despedirla, hace un año que no encontraba trabajo, se sentía sola, llega al IMM a ofrecer sus conocimientos y se entera de los cursos.

Confiesa que fue una oportunidad para volverse una mujer emprendedora y se inclinó por la elaboración de figuras de pequeños formatos para eventos, algo que deseó toda su vida. Ahora lo que desea es poner su negocio en forma y tiene en mente muchos planes y espera que sus sueños aterricen.

En el IMM se clausuraron la semana pasada varios cursos de capacitación. Se duplicó la matrícula en comparación con el primero que llevaron a cabo. Muchas de estas mujeres se acercaron al ver que el camino ya se les había acabado, y ahora salen con la convicción de que sí pueden obtener más logros, dijo Alma Lilia Vargas Saucedo, directora general del instituto.

Un total de 32 mujeres recibieron su certificación como microempresarias, amas de llaves, imagen personal, servicio comensal, masoterapia y elaboración de sandalias.