Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Más de mil personas están en riesgo si continúan habitando 20 edificios del fraccionamiento Corales, primera etapa, debido al deterioro en sus estructuras.

A partir de hoy, personal de Protección Civil iniciará la notificación para el desalojo de 400 departamentos, comentó Mario Castro Madera, director de la dependencia.

Comentó que con el Departamento Jurídico de Desarrollo Urbano, afinan las bases para informarle a residentes sobre el dictamen que el Colegio de Ingenieros Civiles en Quintana Roo, realizó por segunda ocasión, para que sepan el estado en que se encuentran sus viviendas.

Compete a cada persona elegir entre rentar o comprar en otro lugar, pues “la vida útil de estos edificios terminó”, dijo.

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Dicho fraccionamiento fue edificado bajo un modelo de construcción “prefabricado”, no apto por el tipo de suelo, a tal grado, que a pesar de la garantía de 50 años, a 28 de su existencia, hoy se encuentra en su última etapa de vida, explicaron miembros del Colegio de Ingenieros en Quintana Roo.

Hace 10 años, el Colegio de Ingenieros encontró defectos en tres edificios del fraccionamiento, como filtraciones de agua ocasionadas por las cisternas de cemento instaladas en las azoteas, con capacidad de 20 mil litros cada una. 

En esa ocasión, los departamentos del cuarto piso presentaron daños importantes, pues sus lozas se encontraron reventadas, sin embargo, dichas viviendas fueron vendidas en cartera vencida y quien las adquirió las “remodeló” para la venta, aun con este tipo de fallas estructurales.

Un especialista en estructuras comentó que en estos edificios se utilizaron elementos de sujeción de acero tanto en muros como escaleras, quedando expuestos a los sedimentos de la tierra, con el tiempo dieron de sí y con ello el inicio de desgaste y oxidación, comentó.

“Como colegiado, nos preocupa la seguridad de las personas, informarles que es inhabitable su vivienda, no es cosa de juego, por ello recomendamos que pongan una solución a tiempo para evitar alguna tragedia mayor, aferrarse a ellas sería una terquedad”, expusieron integrantes del Colegio de Ingenieros. 

Ante todo este panorama, personas afectadas como Lorena, Asunción y Rolando, esperan al interior de las carpas que el Ayuntamiento de Benito Juárez colocó para que pernocten. 

Se les ve con cara afligida, nostálgicos, habían vivido 16 años en el cuarto piso del edificio colapsado y en menos de dos semanas la vida les cambió.

Rodolfo N, lleva una semana desempleado, continúa en espera de una solución a su tragedia. 

“Vivimos gracias a vecinos solidarios, somos ocho familias que cada noche nos acompañamos, queremos nuestras cosas, no tenemos ni ropa para cambiarnos, nos hemos quedado en la calle”, dijo con tristeza Lorena N.