Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- Más de cinco toneladas de recursos pesqueros ha recuperado la Secretaría de Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en los últimos ocho meses y medio, derivado de la pesca furtiva, principalmente en la zona sur del estado.

El subdelegado de Pesca de la dependencia federal, José Manuel Cárdenas Magaña, dijo que hay integradas 52 actas, cifra que se mantiene estable en comparación con el año pasado.

Durante el año la entidad es sometida a de veda de especies marinas, aunque para la zona del Banco Chinchorro uno de los períodos de no pesca más importante es del caracol rosado, al ser permanente en un plazo de cinco años a partir del 21 de noviembre del año pasado.

De los operativos realizados por las autoridades protectoras del medio ambiente, entre ellos la Sagarpa, ha recuperado cinco toneladas de recursos pesqueros, principalmente caracol y langosta que son los que se cotizan a buen precio en el mercado negro.

Cárdenas Magaña mencionó que la pesca ilegal difícilmente podrá erradicarse, pero para disminuirla la población debe dejar de consumir los productos en veda.

“La población debe tener conocimiento de las vedas aplicadas, y que consumir una especie en veda es un delito que conlleva a sanciones fuertes. La única manera de erradicarlo es evitarla”, comentó.

De acuerdo a la directora de la Reserva de la Biósfera Banco Chinchorro, María del Carmen García Rivas, en el primer semestre del año fueron detenidos ocho pescadores furtivos, tres embarcaciones aseguradas y el decomiso de varias toneladas de producto marino que superan los dos millones de pesos en el mercado negro.

Por capturar, transformar, acopiar o dañar especies en veda, el Código Penal Federal establece una sanción económica de hasta 184 mil pesos; y pueden cumplir condena de uno a nueve años. En caso de encontrarlos en el mar con el producto, a las personas se les decomisa la embarcación y el equipo.

El producto recuperado es enviado a la dirección del DIF, para que ellos a su vez lo distribuyan a las casas hogar, siempre y cuando esté en buenas condiciones; de lo contrario el producto marino se destruye.