Daniel Pacheco/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Se cumplen siete meses de la explosión de tanques de gas en una vivienda del fraccionamiento Misión del Carmen en donde resultaron afectados otros cinco inmuebles aledaños y aún no se ha determinado la fecha y forma en que se deben demoler.  

Protección Civil de Solidaridad señala que se encuentran a la espera de la definición de dichos puntos por parte de la dirección municipal de Desarrollo Urbano además de que las autoridades ministeriales liberen los inmuebles de las investigaciones sobre el siniestro ocurrido el 15 de diciembre del 2014.

“En el momento en que Desarrollo Urbano nos avise del proceder físicamente a la demolición los muchachos del operativo harán un cerco de seguridad para proteger garantizar la integridad de las personas que están en el entorno y continuar las obras de la manera correcta”, afirma Guillermo Morales López, titular de la dependencia en Solidaridad.

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Enfatiza que cada procedimiento de demolición tiene un protocolo definido de acuerdo con la forma en que se realizará; es decir que la dimensión del operativo de los elementos será decidido con base en que si el derrumbe se hará mecánico o a mano.  

“Incluso hemos recibido a un par de vecinos afectados que han llegado a Protección Civil para solicitar la carta de Constancia de Incidente con la que pelean su seguro ante la institución que les vendió las viviendas aledañas al punto de explosión”, explica el coordinador municipal de Protección Civil.

Esperan ‘Luz verde’

Por su parte Eduardo Morentín Ocejo, director general de Ordenamiento Ambiental y Desarrollo Urbano en Solidaridad, aseguró que para continuar con el proceso todavía falta que las autoridades ministeriales den luz verde por lo que se está buscando el acercamiento para concretar la parte final de dichas obras.

Cabe recordar que a mediados del pasado mes de marzo, vecinos próximos al domicilio en donde explotaran los tanques de gas en diciembre del 2014, manifestaron sus preocupaciones y pidieron a las autoridades garantizar que durante los trabajos para demoler las estructuras no sean afectadas sus casas.