Activistas denunciaron la falta de interés por parte del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, para atender el caso de maltrato animal en contra de tres perros de la colonia Centro, los cuales se encuentran “hasta los huesos” por abandono de sus dueños.

Luceli Caamal González, de la organización “Patitas”, explicó que han solicitado desde hace una semana la intervención de las autoridades para poder ingresar al predio y rescatar a los especímenes, tal como lo permite la Ley de Bienestar Animal.

Sin embargo se han negado a atender su exhorto, alegando que el Ayuntamiento no cuenta con el personal suficiente para atender estos casos.

“Mientras tanto los tres perritos están sufriendo por hambre. Les hemos dado croqueta y agua por la reja, pero se encuentran tan mal que necesitan atención urgente. Pero debido a que no contamos con la autorización correspondiente, no podemos intervenir, pues ya fuimos amenazados por el dueño del predio, ubicado en la calle Plutarco Elías Calles con Francisco I. Madero, de ser denunciados por invasión a propiedad privada”, declaró la activista.

Activistas aseguran no es la primera vez que sucede 

Puntualizó que no es la primera ocasión en que atraviesan por un problema así. Estima que desde que fue creada la Ley de Bienestar y Protección Animal, en el 2019, los activistas pensaron que se iba a agilizar este tipo de rescates.

Sin embargo, los Ayuntamientos y la Fiscalía General del Estado no han adecuado sus normas internas para implementar el artículo 87 de la citada ley, que los faculta a trabajar de la mano con organizaciones civiles, para intervenir en predios particulares si la vida de un ser vivo se encuentra en peligro.

“Tan sólo en el último año contamos más de 70 mascotas que fueron abandonadas por sus dueños y que lamentablemente no pudimos rescatar a tiempo, precisamente por este desinterés de las autoridades en turno”, detalló.

Sentenció que también la Fiscalía General del Estado, aunque obtuvo facultades para actuar en estos casos, también alega que tiene falta de personal para dedicarse a estas labores, dejando la Ley de Bienestar Animal como “letra muerta”.