La disputa por los terrenos ubicados en los asentamientos irregulares al oeste de la Sabana de Chetumal, ha llegado al grado de las amenazas y violencia física, con saldo de siete personas heridas y dos “levantados” en el último par de meses, de acuerdo con autoridades de seguridad.

Esto incluye a las colonias Paraíso, El Rosal, Antorchistas etapas 4 y 5, Pericos, Rosales, Villas Bugambilias 4 y 5, La Alegría, Dos Aguadas y al menos otros seis asentamientos sin nombre, pero donde la selva ya fue desmontada para ser ocupada por presuntos propietarios.

Habitantes del municipio de Othón P. Blanco señalan que en los últimos meses han llegado personas armadas a exigirles cuotas mensuales, para garantizar su seguridad, con el argumento de que se trata de terrenos “bastante peleados”, debido a la presunta plusvalía que obtuvieron por la instalación de la Estación del Tren Maya, la Expofer, El Parque Estatal.

El rumor de que, a través de esa zona, se planea construir una carretera de entrada alterna a la ciudad de Chetumal, que además conecte con el canal de los piratas de Bacalar.

“Hace dos semanas, unos vecinos se agarraron a golpes para sacar a estos cobradores de piso, pero terminaron huyendo cuando los extorsionadores comenzaron a disparar al aire. Ya no nos sentimos seguros porque ni las patrullas llegan a esta zona, según porque ni siquiera existimos para la ciudad”, aseguró Juanita Gutiérrez Paniagua.

Ella llegó junto con otras 60 familias hace dos años a este lugar, atraída por la venta en redes sociales de terrenos a bajo costo: 75mil pesos pagados a mensualidades fijas.

“Nos dijeron que eran terrenos ejidales que se pueden privatizar. Sólo nos dieron un recibo y un pagaré por nuestras aportaciones, con la promesa de que pronto se regularizará y tendremos las escrituras. El problema es que siguen llegando más personas que se apropian de terrenos ya ocupados, justo cuando las familias se van a la ciudad. Por eso no podemos quitarnos de aquí, porque se convirtió en un ‘gana - gana’ por la falta de papeles”, sostuvo.

Don Héctor Ventura cuenta que su sobrino fue “levantado” hace tres semanas como medida de presión para que ceda sus terrenos recién adquiridos en Villas Bugambilias. Lo regresaron cuatro días después, y, asustado, decidió retirarse del lugar.

“Esto ya es una guerra por terrenos y va a terminar mal. Sí es muy peligroso, y lo entendemos, pero es la única manera que podemos hacernos de un pedacito de tierra”, afirmó.