La violencia digital fue ejercida sobre las mujeres en Quintana Roo principalmente con engaños, ya que los derechos de las féminas fueron vulnerados tanto por sus parejas como por gente que incluso no conocían personalmente.

Según el último informe del Banco Estatal de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Baesvim), en el 2023 hubo 171 casos de violencia digital o cibernética contra mujeres, un promedio de alrededor de 14 hechos al mes.

Las jóvenes de 20 a 29 años fueron las principales víctimas de este delito, ya que hay 75 denuncias por estos hechos.

Benito Juárez, Solidaridad, y Othón P Blanco fueron los municipios con mayor incidencia, con 67, 60, y 17 hechos respectivamente.

La abogada Lizbeth Lugo Hernández señaló que tras atender este tipo de denuncias en el estado, se ha comprobado que las mujeres afectadas fueron víctimas de sus parejas, pero también de desconocidos.

Los primeros vulneraron sus derechos sexuales al difundir material íntimo sin su consentimiento, y los segundos lo hicieron al mentir con palabras o perfiles falsos y convencer a las mujeres de compartir contenido personal, que terminó por difundirse.

“Lo que dice el tipo penal es que se dé a través de una plataforma digital, en el lugar donde sea”, dijo.

El problema está en que el agresor no tiene el consentimiento de la víctima de difundir el contenido, pero aun así lo hace.

“Hay dos formas más constantes de generar violencia digital. La primera es que una persona voluntariamente le envía contenido íntimo a otra persona, pero eso no conlleva a que exista el consentimiento de que esa persona haga uso y difusión de ese contenido. Es una práctica que debe ser privada”, explicó.

La otra forma es que los agresores manipulen fotos de las víctimas para ponerlas en cuerpos desnudos de otras mujeres, y crear material.

Derechos sexuales de mujeres se ven vulnerados con engaños en Q. Roo / (Foto: José Aldair)

Para atender la situación, Lugo Hernández comentó que en colaboración con el colectivo Defensoras Digitales, se dan talleres de ciudadanía digital para concientizar del correcto uso de plataformas digitales a personas, cada vez que lo solicitan.

Asimismo, es necesario que las mujeres se informen sobre sus derechos, generar candados, y no distribuir estos contenidos. O si se opta por compartir este contenido, tener conciencia y poner marcas de agua, para saber más fácilmente quien llega a difundir el material.

“La vida digital ya es una más de nuestras dinámicas de vida. Además de ser una más (…) se siguen haciendo dinámicas sexuales. Pero es una más que nos vulnera como grupos históricamente violentados”, aclaró.

Las plataformas digitales no tienen un alcance límite para la difusión de contenido. Al compartir o distribuir un contenido íntimo sin consentimiento de otra persona, en minutos puede llegar a otros países o múltiples plataformas.

En caso de comprobar que alguien ejerció violencia digital, la entrevistada aclaró que por ley primero se pasa por un proceso de reparación del daño, pero si no se logra este acuerdo se puede pedir una vinculación a proceso y un juicio para dar tiempo en la cárcel al agresor.

Según datos del Baesvim, en Quintana Roo hubo 113 denuncias por violencia digital en 2022, lo que significa que en el 2023 este delito aumentó en un 51%.