Derrotados por el crimen
Rodolfo del Angel es un policía de carrera recomendable para el Quintana Roo de la década de los 70.
El flanco más vulnerable del gobierno del estado se localiza en el sector de la seguridad, tan deficientemente atendida por los mandos clave que han tenido una lectura desastrosa de los acontecimientos, y sin la capacidad para reaccionar con obligada destreza. Los números negativos alimentan la percepción de inseguridad, con una oleada de delitos que se ha manifestado de sur a norte, incluso con ataques de escándalo que se han apoderado de espacios en la prensa mundial.
Como titular de Seguridad Pública Estatal, Rodolfo del Angel Campos es un policía de carrera recomendable para el Quintana Roo de la década de los 70, cuando los delitos eran de muy bajo impacto y ocasionales. Pero los desafíos de nuestro tiempo exigen respuestas con sentido estratégico, al nivel de la policía de una capital muy bien protegida: la cercana Mérida.
Lanzar lodo al pasado reciente ha sido un recurso muy bien aceptado por la opinión pública, pero con Juan Pedro Mercader Rodríguez como titular de Seguridad Pública las labores de inteligencia eran la clave de muchas reacciones exitosas que mantenían a la defensiva a la delincuencia. Porque las tareas de seguridad pública no se deben agotar en patrullajes y presencia predecible.
Lo mismo aplica para el Fiscal General del Estado, Miguel Angel Pech Cen, quien en el balance ha sido desbordado por el crimen. Lo contundente y preocupante: desde hace más de seis meses la Fiscalía no ha procesado a un solo criminal ligado a la delincuencia organizada, tarea muy bien desempeñada por el ex Procurador de Justicia Gaspar Armando García Torres.
Los ataques al club nocturno Blue Parrot de Playa del Carmen y a la sede de la Fiscalía General en Cancún son graves ejemplos de un fracaso que no puede ser maquillado con cifras mentirosas, y que debe ser enfrentado con un viraje en el desempeño de los altos mandos obligados a impulsar una estrategia a la altura del desafío.
El inexperto Secretario de Gobierno, Francisco López Mena, tiene que meter orden en un sector que se está yendo a pique, lastimando a una entidad que no debe ser rehén de los criminales. Porque la población está harta de respuestas tibias mientras los delincuentes se desplazan de sur a norte, agrediendo a familias que decidieron vivir en el paraíso, y este no debe ser transformado en un infierno por un club de ineptos refugiado en Seguridad Pública, Fiscalía General y Secretaría de Gobierno.
Basta de cifras del engaño; llegó el momento de actuar y sin excusas.