Taxistas argumentan que aún si tuvieran el dinero, les sería prácticamente imposible renovar sus flotillas de automóviles de más de una década de antigüedad, debido a que en las agencias no tienen unidades disponibles.

De acuerdo con las recientes reformas a la Ley de Movilidad de Quintana Roo, no se permite la prestación del servicio de transporte de pasajeros a taxis que tengan más de 10 años de haberse fabricado o que se encuentren en pésimo estado.

“Fuimos a preguntar por los nuevos vehículos y el más barato cuesta 260 mil pesos. El problema es que tenemos que esperar entre seis a ocho meses hasta que lleguen debido a que actualmente existe desabasto de unidades”, aseguró Julio César Castilla, dirigente del Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa).

Dijo que, incluso, analizaron la opción de adquirir flotillas de automóviles de medio uso en estas agencias, pero se encontraron con la sorpresa de que la mayoría es solo un 20% más baratos que sus nuevas presentaciones o fueron descontinuados, lo que generaría un problema de mantenimiento y cambio de piezas en el mediano plazo.

“Además de que no nos conviene comprar un modelo 2015, por ejemplo, si en tres años va a estar obsoleto para la Ley de Movilidad, y por tanto tendremos que desembolsar otra suma de dinero para actualizarlo. Ni siquiera habríamos tenido oportunidad de terminar de pagarlo, considerando que el plazo más común para adquirirlos es de cinco años”, sostuvo.

Por este motivo decidieron invertir en sus unidades viejas, aún los modelos Tsuru, a fin de que cumplan con las medidas de seguridad requeridas por la ley, mientras esperan la llegada de nuevas unidades.

No proporcionó detalles sobre cuántos vehículos nuevos adquirieron, aunque sí aseguró que se renovarán de manera paulatina para tener toda la documentación en regla.