Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Elementos de la Policía Estatal y de la Fiscalía General del Estado intentaron un desalojo en el asentamiento humano irregular conocido como Nueva Esperanza, aledaño a In House, este último tolerado por las autoridades.

En el punto mencionado habitan alrededor de 300 personas a quienes les fueron sacadas sus pertenencias de las viviendas rústicas que habían construido ahí desde hace más de año y medio.

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Fue alrededor de las siete horas de ayer, que los elementos de las corporaciones ingresaron a la citada demarcación por medio de la avenida Constituyentes, en el tramo ubicado al poniente de la ciudad.

En ese lugar, también cerca del fraccionamiento Misión de las Flores, los oficiales armados tuvieron por varios minutos un intercambio de palabras de manera álgida con los invasores.

Según habitantes, traían orden de desalojarlos por parte del dueño del lugar que, a su vez, había adquirido el predio al Ejido de Playa del Carmen.

Fueron alrededor de 10 invasores a quienes lograron sacarlos de sus viviendas, pero ante la resistencia de los demás pobladores que tomaron piedras y palos, finalmente el convoy se retiró alrededor de las 8:30 horas, sin poder sacar a alguna familia.

Alfredo Paz Cetina, secretario general del Ayuntamiento, confirmó que los uniformados cumplían una orden judicial de desalojo, la cual no pudieron completar para evitar un enfrentamiento; asimismo dijo desconocer el nombre del dueño del predio, pero lo investigarán para buscar un acercamiento.

“La presidenta ha instruido al área jurídica por mí conducto para apoyar con asesoría legal a los afectados (…) acordémonos que esto es una acción que esta es una acción judicial y nosotros no podemos estar obstruyendo”, expresó en torno al tema Paz Cetina.

Alrededor de las 11 horas, las personas residentes de esa demarcación llegaron al Palacio Municipal donde se manifestaron para pedir apoyo de regularización de los 75 predios del lugar.

Ahí fueron recibidos por Paz Cetina y posteriormente se unió la presidente municipal, Laura Beristáin Navarrete, quien escuchó a los inconformes.

La munícipe aseguró que buscará mediar la situación con los dueños del terreno y también con el Gobierno del Estado porque no se enteraron ellos como autoridad local, de que iban a realizar tal desalojo.