La falta de vigilancia en el panteón central de Cozumel, que es un punto de referencia histórica del municipio en el repoblamiento de la isla, permitió que una mujer viviera alojada en un mausoleo por espacio de tres meses.

Familiares de los finados cuyos restos fueron depositados en ese lugar, denunciaron que llegaron a visitar la tumba la tarde del martes y se encontraron con la sorpresa de que en su interior había una persona instalada.

Para desalojarla solicitaron el apoyo de la Policía Municipal mediante una llamada al 911 pero los patrulleros nunca llegaron para auxiliarlos por lo que se vieron en la necesidad de despertar a la mujer, quien dijo tenía permiso de los dueños de la cripta para habitarla.

Al confrontarla con el hecho de que no existía tal permiso y que por lo tanto debía abandonar la edificación mortuorio, se tornó agresiva y violenta y amenazó con agredir físicamente a las dos mujeres si se atrevían a intentar quitar el candado que había colocado.

Luego de varios minutos, finalmente la intrusa abandonó el mausoleo, pero solo para instalarse en una banca a la entrada del panteón en espera de que las propietarias se retiraran para volver a apoderarse del lugar.

Cabe señalar que la Policía Municipal nunca acudió al llamado de auxilio.