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50% de los padres de familia del CAM son de escasos recursos. (Cortesía/SIPSE)
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Susana Mariscal/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Cada año ingresan un promedio de 30 niños, desde los 45 días a cuatro años, pero se genera una deserción de 20 por cuestión de migración o económica, manteniendo una matrícula anual promedio de 100 a 110 infantes en el Centro de Atención Múltiple de Intervención Temprana, explicó el profesor de apoyo, Antonio Lizárraga Castillo. 

De los nuevos ingresos, 10 son de meses de nacido y el resto ya de un año o año y medio, cabe aclarar que los niños son aceptados en cualquier mes de año; aunque hay una cifra negra que puede ser mayor de niños que no reciben terapia, pero al año se produce también una deserción tanto de nuevo ingreso como los que ya están avanzados. 

En promedio cada año se tiene una matrícula de 100 a 110, máximo 120, pero cuando llegan a 90 ya resulta preocupante. Las discapacidades más comunes entre los infantes son: parálisis cerebral, Síndrome de Down, y discapacidad motriz; aunque también se atienden con microencefalia, macroencefalia, invidentes, pero son los menos.

La mayoría de los padres de familia son de escasos recursos, quienes se trasladan de zonas alejadas como Bonfil, Tres Reyes, las Supermanzanas 103, 95, 96 y otras. A través del área de Trabajo Social se hace un monitoreo sobre el ausentismo de los infantes, con llamadas o visitas domiciliarias, encontrando dos causas principales: la migración, pero también se da la problemática económica, una situación que viven la mayoría de los padres de familia. 

“Para llegar aquí tienen que transportarse en dos camiones, y deben de salir de sus casas desde las seis de la mañana; antes teníamos el apoyo del Sindicato de Taxistas, pero ya lo quitaron”. 

Consideró que más de 50% de los padres de familia son de escasos recursos, que viven al día, y el trasladarse con sus hijos representa un gasto enorme que va más allá de sus posibilidades. 

A través de diversas actividades se trabaja en el desarrollo cognitivo, social, psicomotor y vida diaria en los niños y padres; mediante terapias y juegos lúdicos, los cuales a su vez permiten que los maestros puedan analizar y trabajar en las debilidades y fortalezas de los infantes, tanto en grupo como de forma individual. Pero se trabaja con todas las discapacidades. Este CAM cuenta con ocho maestros especialistas, dos psicólogos, terapeutas del lenguaje y físico, el maestro de apoyo y dos niñeras. 

Lizárraga Castillo indicó que se hacen ejercicios de psicomotricidad aún cuando los niños presenten diferentes discapacidades, se aplica la misma actividad pero acondicionada para que todos puedan realizarla. Parte importante para ello es la cooperación de los padres, pues el objetivo es que aprendan para realizarlas también en casa.

Las cifras positivas se dan también año con año, a través de la integración de los menores a preescolar o primaria regular; por ejemplo, actualmente hay 13 en preescolares y siete en primaria que ya están integrados. Para este año ya se hizo una prevaloración de los que podrían integrarse, de 22 podrían ser cerca de 15.   

La finalidad es hacer un trabajo en conjunto para lograr integrar a los niños a  escuelas regulares, ya sea preescolar o primaria. Pero la labor no concluye, pues hay un seguimiento con un monitoreo de los niños con el maestro de apoyo y, en caso que el menor requiera de terapias adicionales, se le programa para ello hasta lograr su incorporación total.

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