Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- En los últimos 14 meses, han sido detectadas 90 construcciones que eran realizadas sin contar con una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), y más del 50% ya había causado algún impacto ecológico.

Tan sólo en 2014, la Procuraduría de Protección al Ambiente en el Estado efectuó 200 inspecciones en todos los municipios y al menos 80 fueron consignadas con proceso administrativo.

“Las construcciones con una dimensión mayor a dos mil metros cuadrados deben contar con una MIA estatal y al realizar las inspecciones observamos que no todas cumplen con todas las condicionantes”, comentó Javier Jesús Cárdenas Rivero, titular de la dependencia estatal.

A través de los documentos que integran una MIA, es posible conocer la densidad a ocupar, el plan de manejo para el uso y destino de los residuos sólidos, la vegetación permitida para podar, así como el destino del material de construcción.

En lo que va del año, miembros de la Procuraduría de Protección al Ambiente han realizado operativos en 30 edificaciones, de las cuales 10 aún están contempladas para hacer entrega de la MIA, en un período que no rebasa los 10 días.

Las sanciones que fueron aplicadas en los 80 establecimientos durante 2014, oscilaron entre los 100 y los 20 mil salarios mínimos, es decir, algunas alcanzaron hasta un millón 329 mil pesos.

Sin embargo, las 10 que fueron detectadas en este año, aún no son acreedoras de sanciones, pues cuentan con un plazo que justo transcurren en estos días, para que entreguen su documentación. En caso de no establecer los requisitos con los que debe contar una MIA, de igual forma serán sancionados de manera económica.

Hay otro tipo de casos de grandes construcciones que fueron culminadas hace más de 10 años, pero que no cuentan con una MIA y en estas circunstancias la Procuraduría de Protección al Ambiente les condona sanciones, sin embargo, sí solicitan que entreguen los documentos.

El motivo por el que no se les aplica multa, es porque la dependencia estatal fue creada en 2011 y no había organismo específico que se dedicara a este tipo de supervisiones, de acuerdo con información de Raúl Omar González Castilla, delegado estatal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

En los próximos meses, la Procuraduría de Protección al Ambiente continuará con más supervisiones, pues en promedio durante 365 días en Quintana Roo, se desarrollan más de 50 construcciones de grandes dimensiones.

En los casos de edificaciones con dimensión menor a los dos mil metros cuadrados, pero que son extensas (plazas, empresas, oficinas), deben contar con dos documento parecidos a una MIA de escala menor y autorizado por el municipio, denominados permisos de desarrollo y autorización para chapeo y desmonte.

La Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental (LGEEPA) dispone a partir de su artículo 28, que antes de iniciar una construcción se debe presentar una MIA ante la Semarnat. 

Los documentos que integran la MIA sirven para evaluar, mitigar e informar a autoridades estatales y federales sobre los impactos ecológicos que surgirán en el lugar.

Los datos que debe obtener consisten en datos generales del proyecto, detalles sobre la construcción, el cumplimiento con la normatividad ambiental y su vinculación con los planes de desarrollo; así como la descripción del medio físico, natural y social del sitio donde se desarrollará el proyecto.