Exitoso empresario, incansable promotor de las costumbres y la cultura regional, filántropo y ejemplar padre de familia, Don Andrés García Lavín (1929-2007), fundador de Servicios Informativos y Publicitarios del Sureste (SIPSE), forma parte de la historia de Yucatán con una trayectoria que sin duda deben de conocer y valorar las actuales generaciones.

A 15 años de su partida, el nombre del contador Andrés José García Lavín suena con mayor fuerza y no sólo para su familia, sino para la sociedad yucateca y más allá de los límites de las fronteras terrenales por la trascendencia de su actuar en pro de la libertad de expresión y el desarrollo de importantes medios de comunicación.

Don Andrés García Lavín nació en Progreso, Yucatán, el 24 de agosto de 1929, y falleció el 9 de julio de 2007, fue hijo del doctor Andrés Eleuterio García Arana y de doña Victoria Lavín Escalante de García.

Estudió la carrera de Contador Público en el Instituto Politécnico Nacional, de donde egresó en 1954. Se casó el 16 de enero de 1953 con Ana María Gamboa Fajardo (+) y tuvieron seis hijos: Andrés, Alicia, Juan Camilo, Alejandro, Ana María y Gerardo García Gamboa.

Debido a su gran visión empresarial es parte de la historia de comunicación en la Península de Yucatán y de México, y sin su trabajo no se entiende el desarrollo económico de la región. En este camino supo rodearse de hombres de negocios que compartían su visión, entre ellos Juan y Anís Macari Canán, José Trinidad Molina Castellanos, Vicente Erosa Cámara, la familia Jacobo y Alfonso Martín Vázquez.

Su buena relación con empresarios de talla nacional, como los señores Rómulo O’Farrill Sr. y Rómulo O’Farrill Jr., así como con Jorge Suárez Díaz y Gonzalo Castellot Madrazo, en los inicios de la televisión mexicana y posteriormente con Emilio Azcárraga Milmo, le permitió formar una alianza estratégica con Televisión de México, la compañía de comunicación más grande de habla hispana, y posteriormente con Grupo ACIR, fortaleciendo su presencia en prensa, radio, televisión e internet.

Trayectoria en los medios

Don Andrés inició  en los medios de comunicación en la década de 1950, colaboró como contralor y subgerente administrativo en la primera estación de televisión en México, el Canal 4, que era de Televisión de México S.A.; años más tarde se desempeñó como director gerente del desaparecido periódico Diario del Sureste, en Mérida; gerente general de la Cordelería Sisal y gerente del complejo Cordemex.

Su acercamiento a la televisión se dio cuando trabajaba en Televisión de México con los empresarios Rómulo O’Farrill Sr. y Rómulo O’Farrill Jr., juntos lograron el 31 de agosto de 1950 realizar la primera transmisión televisiva, fue el IV Informe del Presidente de la República, Miguel Alemán Valdés.

En el sur de México, la etapa más fructífera comenzó con la fundación en 1963 de la Televisora de Yucatán, que transmite ahora Canal 8.1, con la cual comenzó la historia de información y entretenimiento a través de medios masivos en el Sureste de México. Conservando su entrañable amistad con Rómulo O’Farrill y su familia, Don Andrés García Lavín funda en 1965 el periódico Novedades de Yucatán, arrancando así Grupo SIPSE.

En 1968 fundó la Televisora Peninsular Canal 9 en Mérida, la Televisora de Campeche Canal 12 y la Televisora de Tapachula Canal 7. Así como la estación de radio de Frecuencia Modulada XHGL y de Amplitud Modulada XEZ, en Mérida; la XERCAM, en Campeche, y la XEROO, en Chetumal, Quintana Roo.

En 1974 consolida el conglomerado de medios impresos al fundar y dirigir los periódicos: Novedades de Quintana Roo, en Cancún; Novedades de Campeche, en Campeche, y Novedades de Acapulco, en Guerrero. En 1982 funda Novedades de Tabasco, en Villahermosa, y en 1992 la Televisora de Cancún, Canal 13 (XHCCU TV CUN).

En 2004 crece Grupo SIPSE en el segmento de los medios impresos con una nueva opción informativa, el diario De Peso en Yucatán, al que le siguieron De Peso en la zona norte de Quintana Roo y De Peso Chetumal.

 

Reconocimientos

Como parte de su trayectoria, en 1970 tomó un curso en la Universidad de Columbia, Nueva York; en 1982 presidió la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), y de 1973 a 1975 y de 1985 a 1987, ocupó la vicepresidencia de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT).

De 1991 a 1995 fue presidente de la Asociación Internacional de Radiodifusión, con sede en Montevideo, Uruguay, y en 1995 formó parte del Comité Mundial de Libertad de Prensa compuesto por 14 miembros periodistas del mundo. Desde 1995 fungió también como vicepresidente del World Press Freedom Commitee de Washington D.C.

Recibió una gran cantidad de reconocimientos nacionales e internacionales como el Premio Ocho Columnas a “El comunicador del año” por la Universidad Autónoma de Guadalajara, y como “Radiodifusor del año de la República Mexicana”, de manos del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, en 1997; en 2001 el Gobierno de Venezuela lo distinguió con la Condecoración de Primera Clase de la Orden Francisco Fajardo.

Poco después de fallecer, en julio de 2007, organizaciones nacionales e internacionales como la SIP, la CIRT, la Asociación Internacional de Radio (AIR) y la Asociación Mexicana de Editores (AME) hicieron sendos reconocimientos a su trayectoria empresarial y a su labor en pro de la libertad de expresión en todos los ámbitos.

A la par de sus éxitos profesionales recibió numerosas invitaciones para cargos públicos, candidaturas políticas, incluso por la alcaldía de Progreso (donde nació), y diputaciones, pero siempre prefirió la generación de riqueza social y de un mayor número de empleos.

 

Don Andrés García Lavín y la filantropía

Replicando los valores aprendidos de su padre, Don Andrés se caracterizó por la generosidad y el deseo de ayuda incondicional; en los años sesenta, cuando comenzaba a destacar en el ámbito empresarial, ya había contribuido en múltiples obras de caridad.

En 1993 creó la Fundación García Lavín, entre las obras de mayor alcance social a través de este patronato está su colaboración con el Gobierno Estatal y la sociedad civil, para ayudar a los afectados por el huracán “Isidoro” en 2002, con más de 87 mil acciones de vivienda, el 30% fueron casas nuevas; un comedor popular en el centro de la ciudad de Mérida; la construcción y mantenimiento de un centro de atención para enfermos de VIH; y la edificación y mantenimiento de “La Casa de María” y “Casa Nazaret”.

La Cruz Roja, albergues, asilos, organizaciones de ayuda a discapacitados e incluso grupos apostólicos también se beneficiaron con su aportación; donó el terreno y la construcción de la capilla “Nuestra Señora de Guadalupe”; la reconstrucción de la Iglesia Parroquial de Progreso, Yucatán, así como la edificación de más de 20 viviendas para campesinos y personas marginadas.

Ayudó al Patronato Pro-Niño con Deficiencia Mental A.C., Centro de Formación Humana A.C., Albergue para Ancianos “Santa Inés, A.C.” y “Ayuda para Madres Embarazadas” (AME) del grupo Paternidad Responsable, y más.

Parte de este material consta en el libro biográfico que editó en su memoria el director general de medios impresos de Grupo SIPSE, Gerardo García Gamboa, para describir brevemente su exitosa carrera y compartir incluso algunos de sus momentos juntos.

Avenida Andrés García Lavín, filón dorado de Mérida

El orfebre del consorcio de medios de comunicación más grande del Sureste de México no está físicamente, pero su nombre sigue impulsando el desarrollo de su tierra, no sólo con las empresas del sector informativo, sino también en la avenida que lleva su nombre, esta vía es hoy sinónimo de éxito, pues es una de las zonas de más alta plusvalía de Mérida en los ámbitos residencial y comercial.

Así, su nombre: Don Andrés, o sus apellidos, suenan todos los días para ubicar esa vía que se ha convertido en una de las más importantes del norte de la ciudad, con sus 2.5 kilómetros de longitud que atraviesan al menos ocho colonias y fraccionamientos.

Comienza en el cruce con la calle 61 de San Ramón Norte y termina en el entronque del periférico del City Center, donde hay una amplia gama de establecimientos comerciales, sitios de entretenimiento  y hoteles de categoría 5 estrellas, así como residencias e incluso fraccionamientos privados.