Al interior del Partido Acción Nacional (PAN) de Quintana Roo, se vive una lucha encarnizada, un todos contra todos por los pocos espacios con los que cuentan, tanto por la dirigencia estatal como por las regidurías.

En esta ocasión el capítulo de la telenovela azul es el siguiente: hablaremos primero de la regiduría que, en un hecho insólito, se le retiró a Kira Iris San, regidora de Solidaridad, quien ocupó ese espacio como suplente de Lili Campos, quien perdió apabullantemente ante la 4T en las elecciones de junio pasado.

Pues bien, la dirigencia del PAN en Solidaridad presentó un recurso ante el Tribunal Electoral de Quintana Roo para que se le retire la regiduría, al considerar que quien debe asumir es la siguiente en la lista, y no la suplente.

En lo que se le puede llamar como el primer round, el Teqroo le dio la razón a la panista y este martes  bajó a Kira Iris de la regiduría, quien prometió acudir a los tribunales federales.

Pero el asunto aquí es la guerra que traen los panistas por los pocos espacios de poder y manejo de recursos, ya que la llegada de Danna Ramírez no garantiza, para su militancia, una postura distinta a la adoptada por Kira Iris quien, al igual que el resto de los regidores de oposición a la 4T en la mayoría de los municipios, es de verdaderos aliados.

En el Cabildo de Solidaridad, los regidores de oposición votan sin chistar todo aquello que se somete a votación, lo cual habla del trabajo de consenso y acuerdos de la presidenta municipal Estefanía Mercado, y que ellos no pretenden enfrentarse, de ninguna manera, con el nuevo gobierno que los arrasó en urnas y está más que legitimado.

Por otro lado, también en el PAN, tenemos la lucha entre Reyna Tamayo y Laura Susana Martínez, a esta última no se le permitió registrarse para contender por la dirigencia y encabeza una campaña de descalificación contra la diputada y su mismo partido. El PAN, ha dicho, es un partido satélite de Morena.

Sin embargo hay que decir también que en el PAN ocurre lo de siempre, vuelven las mismas prácticas de aquellos años, cuando lo único que podían pelear eran las plurinominales, ya sea diputación o regidurías, porque no lograban ganar en urnas.

Así las cosas en el blanquiazul, quienes no necesitan enemigos externos para hundirse y continuar con la disminución de su militancia, en tiempos que deberían de aprovechar para fortalecerse. Hasta la próxima.